Democracia: Sistema de organización política en el que el poder
reside en el pueblo: la democracia es ampliamente adoptada en Occidente. En
sentido estricto democracia es una forma de gobierno del estado en la cual las
decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de
participación directa o indirecta que le confieren legitimidad.
En el trabajo anterior
realice un recorrido por la historia política en las décadas del 30 hasta el 50
del siglo pasado. Con la caída del dictador Pérez Jiménez se inicia en
Venezuela un nuevo camino en la búsqueda de la instauración de la Democracia.
Así nos conseguimos con los gobiernos democráticos de Betancourt, Leoni,
Caldera I y II, Caros Andrés I y II, Luis Herrera y la llegada del actual
inquilino de Miraflores, junto con el gobierno temporal de Ramón J. Velázquez.
Los 40 años de gobiernos
democráticos iniciados a partir del 60 se ven interrumpidos con la llegada del
actual inquilino. Los cuarenta años de democracia buscaron la reconstrucción de
la democracia y la búsqueda de un crecimiento planificado de la economía
nacional, fueron 40 años de experiencia y búsqueda de perfeccionamiento
democrático, durante estos años los partidos políticos del status confrontaron
altos niveles de crisis interna, que en un forma u otra influyeron en el
desenlace de los hechos del noventa. En esos mismos 40 años, no obstante, la
gestión política realizada, la deuda social se constituyo en una mora que
contribuyo a agravar la crisis política y la perdida de liderazgo de los
partidos políticos de status, con el agravante de que se constituyo en
fundamento propiciante de la justificación de los hechos que desmantelaron la
democracia. El fondo de los elementos no quiero tocarlo, ya que persigo solo analizar
el porqué de la importancia de Capriles y el porqué de la justificación de que
si existe “Un Camino nuevo”.
Hablamos de la visión
bipolar, lucha de un grupo contra otros, sin ir a la búsqueda de “una
alternativa que complemente, que conjugue los errores del momento, las
desviaciones con propuestas alternativas, donde lo bueno de una parte sea
valorado y excluido lo negativo; prevalece intereses de grupos con visión
egoísta y en muchos casos con influencia de rencores, frustraciones, odios y
venganzas acumuladas, no hay una visión de país; prevalecen intereses
inmediatos, mezquinos muchos de ellos. El terreno para la aventura política
esta totalmente abonado”.
Hoy se habla mucho de la
historia y su actuación en la vida política nacional de personajes que marcaron
el rumbo en la lucha independentista, uno
de ellos, el Precursor Francisco de Miranda, titulo de Precursor que muchos lo
identifican con su expedición armada de 1806 y la bandera nacional, sin
embargo, es algo mas profundo, Miranda es el primero que presenta la necesidad
de una desidentificación política y cultural con la “Madre Patria”. Esa
desidentificación política, plantea Miranda, es necesaria para obtener el
derecho a conducir nuestro propio destino y negarle fundamento legitimo a la
dominación española, proponiendo también, no un simple cambio de gobernantes,
sino ir al establecimiento del sistema republicano como modelo político
alternativo; presenta la alternativa de un camino nuevo, abandonar la
Monarquía, el gobierno personalista y la dependencia de este, por uno donde se
garanticen los derechos individuales, ya que en su criterio el ejercicio del
poder monárquico era inconciliable con la democracia que preconizaban las
nuevas teorías, él había entendido por su experiencia personal, como el
individuo puede ser aniquilado por el sistema. Miranda entendió algo muy
importante para aquel momento y que para nosotros lo es en los momentos que
vivimos: la necesidad de “examinar el
gran libro del universo”, para poder abandonar el mundo de la tradición. El Precursor,
se hace un ciudadano del mundo, “al que recorre para aumentar su capital de
conocimiento”, se considera un individuo que ha renegado de sus deberes
esenciales, como vasallo de la corona, como lo es el obedecer sin
cuestionamiento alguno las decisiones sacrosantas del rey; su planteamientos
insurgén contra esa América del Sur que permanecen en el oscurantismo, así llega a señalar: “los
hombres no se atreven ni a pensar ni a leer ni a hablar por miedo a la Inquisición.”
Traigo a colación estas ideas
de Francisco de Miranda, para tratar de entender mejor, por qué en las próximas
elecciones presidenciales y cuando hablamos de que existe un camino, los
venezolanos estamos frente a una disyuntiva muy importante, o nos quedamos
anclados en el pasado o vamos a la búsqueda de un futuro, que nos permita
adentrarnos, “examinando el libro del universo” abandonar el mundo de la
tradición. Con la muerte de Gómez, tratamos de salirnos del oscurantismo
político y la negación del desarrollo a través del camino de la democracia, lo
cual se frustra con el retorno dictatorial; tarde entramos al siglo XX, y hoy
no hemos podido entrar al siglo XXI, nos quieren mantener navegando en una
vieja y agotada barca conformada por viejas y agotadas teorías ideológicas que
se anclaron en el pasado y no tiene timonero ni timón para poder circular por
las aguas del modernismo.
Las elecciones del 7 de
octubre no constituyen un simple cambio o sustitución de un hombre o un
gobierno por otro; debe ser la búsqueda de una nueva forma de gobernar, la
búsqueda de una nueva alternativa, el camino hacia una alternativa que
constituya un enfoque nuevo, remozado, moderno de gerenciar el gobierno de un
país; es salirnos de la bipolaridad, es salirnos de la lucha entre izquierdas y
derechas, es la salida de la confrontación negativa entre capitalismo y
comunismo. Si ayer la lucha de independencia estuvo dirigida a salirnos del
yugo de la monarquía española, ser un país libre, soberano, democrático,
gobernado por nuestros propios nacionales y con una visión nacional, hoy
debemos asumir la responsabilidad de echar las bases, tanto para recuperar la
democracia, como la independencia de los poderes y de la soberanía nacional.
Por qué Capriles constituye
una nueva alternativa de gerencia gubernamental? Dentro de otros elementos
podemos indicar los siguientes: Significa la llegada de algo que se estaba
frustrando: el relevo generacional. Un mundo moderno como el actual, donde los
cambios son violentos, donde la creatividad y el conocimiento son
determinantes, donde los viejos paradigmas se han agotado y donde nuevas
soluciones con visión moderna determinan la vida política de las naciones,
donde el conocimiento y la tecnología juegan papel determinante y no el
sustento del poder, menos en manos de ignorantes y seudo dirigentes
descalificados por la negligencia y la ineficiencia, no puede ser gobernado por
políticos que no han evolucionado en concordancia con los cambios modernos. Porque es una forma de recuperar nuestra
identidad de ciudadanos, es una forma de ver al país conforme a nuestro
criterio personal, es una forma de ser nosotros mismos ante el país y ante el
resto de todos nosotros. Es una forma de ser nosotros mismos los
seleccionadores de nuestros propios gobernantes, recordemos que los partidos
políticos secuestraron nuestro derecho a elegir, nuestro derecho a seleccionar
a los mejores y a la búsqueda de nuestras soluciones. Capriles, al ser
designado en elecciones primarias, se constituye en el primer venezolano que va
elecciones por decisión de una gran mayoría de venezolanos, Capriles no es el
candidato de un partido político, es el candidato de una gran mayoría de
venezolanos. Capriles rompió con el paradigma de que son los partidos en sus
cogollos los que seleccionan candidatos. Por qué Capriles ha señalado que no va
llegar al gobierno para formar un partido político y gobernar con exclusión de
los capaces y de los mejores, sino, que por el contrario va a gobernar en forma abierta y con los
mejores. Porque Capriles no es una fachada de ningún partido político, menos de
grupos extraños o representantes de intereses trasnacionales.
Hay algo muy importante y es
necesario que quede muy claro al momento en decidir nuestro voto el 7 de
Octubre. El nuevo gobernante tiene que ser un venezolano con una plena y
definida identidad nacional; debe ser un gobernante muy claro y muy definido en
cuanto a la visión de país nacional que todos queremos; debe ser un venezolano
con una posición muy clara en cuanto al concepto de lo nacional y el interés
nacional, no puede ser alguien que inducido por criterios personalistas,
mesiánicos o falsos criterios revolucionarios, vaya a colocar el patrimonio
nacional en beneficio de interés extranjeros,
sea de países o grupos políticos o económicos; ese nuevo gobernante que
salga de las urnas electorales debe ser un ciudadano con un alto nivel de
respeto a su moral personal y de cada uno de los venezolanos, debe tener un
alto concepto del respeto a la dignidad ciudadana, a los derechos individuales,
a los derechos humanos y colectivos, debe ser en definitiva un ciudadano que
nos enaltezca, que nos coloque dignamente y con respeto en la comunidad
internacional; hoy con la globalización las fronteras son distintas, los
cambios tecnológico, las comunicaciones, el conocimiento y la gerencia
requieren de individuos con mentalidades creativas y visiones comunitarias de
desarrollo.
Venezuela no puede, en
respeto hacia nosotros mismos, en respeto hacia nuestros héroes de la
independencia, en respeto de nuestra identidad nacional, ser una colonia de
ningún país, de ningún grupo político y menos de interés foráneos ocultos.
Nuestro patrimonio moral, cultural e histórico debe ser respetado, más aun
nuestro patrimonio económico y material. Debemos ser los protagonistas y héroes
de nuestra propia historia, donde cada uno participe con el aporte de sus
capacidades, sin diferencias de grupos o ideologías, sin exclusiones. No vamos
a ver los “otros”, como parte de un conflicto, sino, como parte de una relación
armónica productiva y con visión de futuro, donde todos podamos trascender.
Capriles constituye una
nueva alternativa de hacer país, es un conductor de comunidades, ideales
nacionales, con una visión moderna de crecimiento y desarrollo, donde cada uno
de los venezolanos será reconocido y valorado conforme a sus capacidades, su
moral, su profesionalismo y donde prevalecerá la identidad nacional. Es un líder
que llega a gobernar con formación moral, idónea y criterio de gerente, formado
y preparado para gobernar, ha cumplido etapas y ha sido exitoso, no es
arribista en la política y menos surgido entre gallos y medianoche.
“Una persona con ubuntu es abierta y
está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazado
cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está seguro de sí mismo
ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que se decrece cuando otras
personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u
oprimidos.
Ideología política que
ejerce fuerte intervención en todos los órdenes de la vida nacional,
concentrando la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o
partido que no permite la actuación de otros partidos: totalitarismo soviético.