miércoles, 7 de abril de 2021

 

 

 

¿PORQUE EL CAMBIO? ¿POR QUÉ  LA RECONSTRUCCIÓN? ¿POR QUÉ LA SOCIEDAD CIVIL?

Genio R. Lobo

Un pueblo es floreciente y está surcado por grandes ideas -causas de grandes hechos- cuando tiene partidos políticos conscientes y libre discusión; está un pueblo en decadencia cuando los partidos se corrompen en sectas y la discusión enmudece ó es quisquillosa.” Giovanni Bovio

 

Un grupo de ciudadanos nos hemos dado a la tarea de estudiar y analizar y procurar respuestas a la grave crisis que actualmente vive la sociedad del país en general, tarea que entendemos constituye una gran responsabilidad de la Sociedad Civil Venezolana, inducidos por entender que navegamos sin brújula de identidad nacional, ante un contenido en alto grado colonizante, lo que nos ha llevado a crear un grupo de estudio e investigación con la finalidad de realizar la tarea que se entendía correspondía a los tradicionales partidos políticos y a sus élites de dirección, hoy atomizados y colocados de espalda al interés colectivo, pues sus intereses tienden a estar identificados con beneficios personales y posiciones de poder.

El grupo se ha autodenominado “Sociedad Civil 2121” por aquello de siglo y año de su nacimiento; funcionará como un órgano de la Sociedad Civil, independiente de toda organización partidista, con una estructura organizativa totalmente horizontal, plural, carente de dogmatismos políticos o religiosos, una organización a movilizarse sobre la tecnología mediante la construcción y el uso de redes de comunicación e información, lo que  permitirá una mayor efectividad y capacidad de difusión de ideas y propuestas. Inicialmente su campo de acción será la región Guayana y, entendemos a Guyana, como territorio poseedor de las mayores capacidades y recursos para la nueva era del crecimiento y desarrollo amén de alta capacidad para constituir al estado Bolívar en el primer estado venezolano bajo el aura de un  “estado de calidad”, lo cual  orienta nuestros objetivos, que incluye como uno de los primeros  fomentar la innovación que, a título de ideas y experiencias emergen de la sociedad para la  renovación de las instituciones. Estamos frente a un gran desafío intelectual que en lo político y la política, la economía y lo sociocultural ha de instar la promoción de cambios y transformaciones estructurales, tanto para Venezuela como para Latinoamérica en tanto la construcción de una agenda democrática para el siglo XXI.

Se trabajara en procura de integrar el proyecto a otras regiones que, al igual que nosotros entiendan que ha llegado el momento de la Sociedad Civil, históricamente marginada de la participación política y entendida como operativamente a los efectos comiciales, donde su función se agota concluido cualquier proceso electoral, en detrimento del principio constitucional que establece el derecho de todo ciudadano de ser agente activo del diseño político del país.

Igualmente entendernos que el cambio y la transformación dela sociedad venezolana no constituye una simple suplantación de personas e instituciones, sino que debe proyectarse a la reconstrucción profunda de todo el tejido sociocultural, fundamentado en la postmodernización de la democracia y Reforma del Estado, entendiendo que  el ejercicio del poder radica constitucionalmente en la ciudadanía como fuente originaria del mismo e independiente del Estado, cambiando la pirámide de vinculación tradicional entre este y la sociedad; consecuentemente, su funcionalidad ha de ser entendida en forma diferente, de abajo hacia arriba y no como ha venido funcionado hasta ahora, por ello el cambio debe nacer desde el fondo del empoderamiento y la autoridad  inherente al ejercicio de la ciudadanía.

Hablamos en consecuencia de posicionar al ciudadano de manera real ante el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus deberes, derechos y deberes de los cuales ha sido despojado por parte de las elites políticas que han ejercido el poder   función de  salvaguardar sus interés grupales, partidistas y personales, hecho que ahora se agrava con la usurpación del poder nacional en situación de facto, por parte de una elite política comprometida con intereses foráneos y supranacionales.

Entendemos que es necesario, priorizar la recuperación de nuestra independencia político institucional mediante la salida de los usurpadores, la instauración una Gobierno de Transición, hecho  que ya constituye una decisión soberana del pueblo como consecuencia de los resultados de la Consulta Popular del 12 de Diciembre pasado. Urge establecer una ruta hacia la prosperidad, volver al país que se vislumbró en las acciones de la inolvidable Generación del 28, jóvenes estudiantes sin practica ni experiencia política movidos por un  corazón comprometido en la lucha por la instauración de la democracia en Venezuela, hecho que fue establecido documentalmente con la firma del Pacto de la Unidad Estudiantil del 21 de noviembre de 1958, cuando

dijeron ellos entender y compartir como objetivos nacionales comunes, en la coyuntura histórica entonces vivida por el país, la consolidación de la democracia, la conquista de un gobierno constitucional y la realización de las transformaciones económicas, sociales y culturales requeridas por Venezuela. Todo ello al tiempo que aprovechaban para recordar cómo habían sido los jóvenes `…quienes primero conjugaron esfuerzos, quienes anudaron acuerdos para librar el combate común contra la tiranía…,

al hacer tal señalamiento, estos jóvenes solo pensaron en la conquista de la gobernabilidad democrática, sin condicionar el objetivo a ningún proceso electoral, luego vinieron los procesos electorales, hecho valido para una reflexión en el día de hoy.

Hemos de estar claros que para el proceso que se avecina, en lo económico no necesitaremos de recetas foráneas ya que contamos con recursos humanos suficientemente  capacitados, amén de nuestras potencialidades económicas y condiciones geográficas de alto nivel estratégico; es decir, disponemos dentro, de todo lo necesario y por tanto nada hay que buscar fuera.

Hemos de dar una demostración de capacidad y aptitudes para la conquista del siglo XXI a nivel nacional e internacional. Debemos tener muy claro que las recetas foráneas constituyeron el inicio de la fórmula que nos ha llevado a la destrucción política, económica y sociocultural como base de la crisis galopante que ha culminado en la usurpación del poder a que hemos sido sometidos, transformándonos, ya no en el país envidiado tanto en Latinoamérica como en otras partes del mundo por habernos constituido en su momento, en una  democracia envidiada y deseada para ser imitada, pero que, la ambición y el despotismo nos llevó a constituirnos  en la gran cenicienta; interpretar y entender ese retroceso inducido es garantizar una transición positiva hacia el futuro.

 

La cubanización personalista, nunca ideológica, cargada de ansias por la colonización ambiciosa de poder para inutilizar el crecimiento de un gran país y hacerlo vasallo de una dictadura caribeña; vasallos de un poder personalista de la Europa del Este, del dogmatismo religioso y personalista, de las élites del narcotráfico y el terrorismo internacional. Ello debe constituir para los venezolanos, para los ciudadanos, la experiencia que ha de motivarnos para lograr cambios profundos y requeridos que permitan una verdadera y real transformación hacia  una Venezuela Prospera, República de Ciudadanos, entendiendo  que solo unidos, sin exclusiones demoniacas  y mediante un nuevo acuerdo de convivencia nacional, podremos construir la ruta hacia la “Reconstrucción del País”.

Para el logro del Cambio y lograr la Reconstrucción, debemos no solo revisar el proceso histórico iniciado después del 19 de abril, sino entenderlo en su desarrollo y en el logro de los objetivos perseguidos, no volver a cometer de nuevo el error de teñir el suelo nacional de sangre de inocentes vertida desde la ignorancia que lucha sin un ideal claro, carente de un programa que guie  la creación de una verdadera nación, donde la única ruta cierta fue el surgimiento de una elite de héroes que facturaron apropiándose del territorio nacional e hicieron del ciudadano ya no un vasallo de un monarca sino vasallo, bien de un héroe, de un gran dueño de tierra o de la voluntad de un gendarme necesario, mientras el humilde vasallo solo andaba irrigando la tierra con su sangre y amarrado de la cola de un caballo que lo llevaba a un solo sitio cierto, la esclavitud o el cementerio.

 

También vale la pena no solo recordar sino entender, como un aventurero de la política, cargado de odio llego con sus alforjas llenas con el arsenal de sus odios y el deseo de venganza y desprecio hacia el humilde ciudadano, ya acostumbrado a vivir de la falsa promesa y de la ilusión ficticia. El odio fue sembrado en nuestra sociedad para arruinar la sana ambición del crecimiento y la división de la estructura familiar, igualmente sembrando la teoría marxista de la confrontación para dividir y hacer el viraje hacia un pasado prehistórico altamente superado; pero que no solo dividió el país y lo involuciono  con su estela de odio, sino que amplió el clientelismo y brindo en bandeja de plata nuestra riquezas, nuestra moral acabando el orgullo del venezolano desvirtuando los valores morales sembrados por nuestros antecesores; además a su elite de cómplices les repartió la bonanza del país con mayor futuro en el continente latinoamericano; retrotrajo al país a la época de las Cruzadas, la inquisición y la persecución a quienes califico de enemigos de la patria, por no hacerse participes en el aplauso servil a los usurpadores nacionales y extranjeros.

 

Nuestro mensaje está dirigido a todos los ciudadanos venezolanos, a los amigos que ayer dejaron su tierra natal para buscar en nuestro país una mejor calidad de vida, a toda la sociedad civil, a los intelectuales, a las universidades, a los empresarios emprendedores y preocupados por la labrar la prosperidad, a las iglesias, a los trabajadores y sus organismos sindicales que con el sudor de la frente y a todos los ciudadanos poseedores de pensamiento democrático, para que nos constituyamos en forjadores de este gran estado de la calidad y el futuro postmoderno y postpandémico.

Desde “Sociedad Civil 2121¨  los invitamos a que nos acompañen en la conformación de un gran proyecto de cambio y  unirnos en un Pacto de Ciudadanos, que abra una ruta para la renovación de las organizaciones políticas abriendo  nuevos espacios de relación ciudadana con el gobierno y con el Estado así como el  fortalecimiento de sociedades abiertas con  orientación necesaria para superar el cansancio, el desencanto y la desafección ante la política,  que nos permita Reconstruir a Venezuela, donde los mejores obtengan un gran espacio para crecer, producir y soñar con un amanecer radiante de felicidad, en una Venezuela Libre, Autónoma, Independiente, Democrática, Descentralizada; una Venezuela independiente gobernada por los mejores y con identidad de eficiencia y sentido de nobleza de patria.