¿PORQUE EL CAMBIO? ¿POR QUÉ LA RECONSTRUCCIÓN? ¿POR QUÉ LA SOCIEDAD
CIVIL?
Genio R.
Lobo
“Un pueblo es
floreciente y está surcado por grandes ideas -causas de grandes hechos- cuando
tiene partidos políticos conscientes y libre discusión; está un pueblo en
decadencia cuando los partidos se corrompen en sectas y la discusión enmudece ó
es quisquillosa.” Giovanni Bovio
Un grupo de ciudadanos nos hemos dado
a la tarea de estudiar y analizar y procurar respuestas a la grave crisis que
actualmente vive la sociedad del país en general, tarea que entendemos
constituye una gran responsabilidad de la Sociedad Civil Venezolana, inducidos
por entender que navegamos sin brújula de identidad nacional, ante un contenido
en alto grado colonizante, lo que nos ha llevado a crear un grupo de estudio e
investigación con la finalidad de realizar la tarea que se entendía
correspondía a los tradicionales partidos políticos y a sus élites de
dirección, hoy atomizados y colocados de espalda al interés colectivo, pues sus
intereses tienden a estar identificados con beneficios personales y posiciones
de poder.
El grupo se ha autodenominado “Sociedad
Civil 2121” por aquello de siglo y año de su nacimiento; funcionará como un órgano
de la Sociedad Civil, independiente de toda organización partidista, con una
estructura organizativa totalmente horizontal, plural, carente de dogmatismos
políticos o religiosos, una organización a movilizarse sobre la tecnología mediante
la construcción y el uso de redes de comunicación e información, lo que
permitirá una mayor efectividad y capacidad de difusión de ideas y propuestas.
Inicialmente su campo de acción será la región Guayana y, entendemos a Guyana,
como territorio poseedor de las mayores capacidades y recursos para la nueva
era del crecimiento y desarrollo amén de alta capacidad para constituir al
estado Bolívar en el primer estado venezolano bajo el aura de un “estado de calidad”, lo cual orienta nuestros objetivos, que incluye como
uno de los primeros fomentar la innovación que, a título de
ideas y experiencias emergen de la sociedad para la renovación de las instituciones. Estamos frente a un gran desafío
intelectual que en lo político y la política, la economía y lo sociocultural ha
de instar la promoción de cambios y transformaciones estructurales, tanto para
Venezuela como para Latinoamérica en tanto la construcción de una agenda democrática
para el siglo XXI.
Se trabajara en procura de integrar
el proyecto a otras regiones que, al igual que nosotros entiendan que ha
llegado el momento de la Sociedad Civil, históricamente marginada de la
participación política y entendida como operativamente a los efectos
comiciales, donde su función se agota concluido cualquier proceso electoral, en
detrimento del principio constitucional que establece el derecho de todo ciudadano
de ser agente activo del diseño político del país.
Igualmente entendernos que el cambio y
la transformación dela sociedad venezolana no constituye una simple
suplantación de personas e instituciones, sino que debe proyectarse a la reconstrucción
profunda de todo el tejido sociocultural, fundamentado en la postmodernización
de la democracia y Reforma del Estado, entendiendo que el ejercicio del poder
radica constitucionalmente en la ciudadanía como fuente originaria del mismo e independiente
del Estado, cambiando la pirámide de vinculación tradicional entre este y la
sociedad; consecuentemente, su funcionalidad ha de ser entendida en forma
diferente, de abajo hacia arriba y no como ha venido funcionado hasta ahora,
por ello el cambio debe nacer desde el fondo del empoderamiento y la autoridad inherente al ejercicio de la ciudadanía.
Hablamos en consecuencia de posicionar
al ciudadano de manera real ante el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de
sus deberes, derechos y deberes de los cuales ha sido despojado por parte de
las elites políticas que han ejercido el poder función
de salvaguardar sus interés grupales,
partidistas y personales, hecho que ahora se agrava con la usurpación del poder
nacional en situación de facto, por parte de una elite política comprometida
con intereses foráneos y supranacionales.
Entendemos que es necesario,
priorizar la recuperación de nuestra independencia político institucional
mediante la salida de los usurpadores, la instauración una Gobierno de Transición,
hecho que ya constituye una decisión soberana del pueblo como
consecuencia de los resultados de la Consulta Popular del 12 de Diciembre
pasado. Urge establecer una ruta hacia la prosperidad, volver al país que se
vislumbró en las acciones de la inolvidable Generación del 28, jóvenes
estudiantes sin practica ni experiencia política movidos por un corazón comprometido en la lucha por la
instauración de la democracia en Venezuela, hecho que fue establecido
documentalmente con la firma del Pacto de la Unidad Estudiantil del 21 de
noviembre de 1958, cuando
dijeron ellos entender y compartir como objetivos
nacionales comunes, en la coyuntura histórica entonces vivida por el país, la
consolidación de la democracia, la conquista de un gobierno constitucional y la
realización de las transformaciones económicas, sociales y culturales
requeridas por Venezuela. Todo ello al tiempo que aprovechaban para recordar
cómo habían sido los jóvenes `…quienes primero conjugaron esfuerzos, quienes
anudaron acuerdos para librar el combate común contra la tiranía…,
al hacer tal señalamiento, estos
jóvenes solo pensaron en la conquista de la gobernabilidad democrática, sin
condicionar el objetivo a ningún proceso electoral, luego vinieron los procesos
electorales, hecho valido para una reflexión en el día de hoy.
Hemos de estar claros que para el
proceso que se avecina, en lo económico no necesitaremos de recetas foráneas ya
que contamos con recursos humanos suficientemente capacitados, amén de nuestras potencialidades
económicas y condiciones geográficas de alto nivel estratégico; es decir,
disponemos dentro, de todo lo necesario y por tanto nada hay que buscar fuera.
Hemos de dar una demostración de
capacidad y aptitudes para la conquista del siglo XXI a nivel nacional e
internacional. Debemos tener muy claro que las recetas foráneas constituyeron
el inicio de la fórmula que nos ha llevado a la destrucción política, económica
y sociocultural como base de la crisis galopante que ha culminado en la
usurpación del poder a que hemos sido sometidos, transformándonos, ya no en el
país envidiado tanto en Latinoamérica como en otras partes del mundo por
habernos constituido en su momento, en una democracia envidiada y deseada
para ser imitada, pero que, la ambición y el despotismo nos llevó a
constituirnos en la gran cenicienta; interpretar
y entender ese retroceso inducido es garantizar una transición positiva hacia
el futuro.
La cubanización personalista, nunca
ideológica, cargada de ansias por la colonización ambiciosa de poder para
inutilizar el crecimiento de un gran país y hacerlo vasallo de una dictadura
caribeña; vasallos de un poder personalista de la Europa del Este, del dogmatismo
religioso y personalista, de las élites del narcotráfico y el terrorismo internacional.
Ello debe constituir para los venezolanos, para los ciudadanos, la experiencia que
ha de motivarnos para lograr cambios profundos y requeridos que permitan una
verdadera y real transformación hacia
una Venezuela Prospera, República de Ciudadanos, entendiendo que solo unidos, sin exclusiones demoniacas y mediante un nuevo acuerdo de convivencia
nacional, podremos construir la ruta hacia la “Reconstrucción del País”.
Para el
logro del Cambio y lograr la Reconstrucción, debemos no solo revisar el proceso
histórico iniciado después del 19 de abril, sino entenderlo en su desarrollo y
en el logro de los objetivos perseguidos, no volver a cometer de nuevo el error
de teñir el suelo nacional de sangre de inocentes vertida desde la ignorancia
que lucha sin un ideal claro, carente de un programa que guie la creación de una verdadera nación, donde la
única ruta cierta fue el surgimiento de una elite de héroes que facturaron
apropiándose del territorio nacional e hicieron del ciudadano ya no un vasallo
de un monarca sino vasallo, bien de un héroe, de un gran dueño de tierra o de
la voluntad de un gendarme necesario, mientras el humilde vasallo solo andaba
irrigando la tierra con su sangre y amarrado de la cola de un caballo que lo
llevaba a un solo sitio cierto, la esclavitud o el cementerio.
También
vale la pena no solo recordar sino entender, como un aventurero de la política,
cargado de odio llego con sus alforjas llenas con el arsenal de sus odios y el
deseo de venganza y desprecio hacia el humilde ciudadano, ya acostumbrado a
vivir de la falsa promesa y de la ilusión ficticia. El odio fue sembrado en
nuestra sociedad para arruinar la sana ambición del crecimiento y la división
de la estructura familiar, igualmente sembrando la teoría marxista de la
confrontación para dividir y hacer el viraje hacia un pasado prehistórico
altamente superado; pero que no solo dividió el país y lo involuciono con
su estela de odio, sino que amplió el clientelismo y brindo en bandeja de plata
nuestra riquezas, nuestra moral acabando el orgullo del venezolano desvirtuando
los valores morales sembrados por nuestros antecesores; además a su elite de
cómplices les repartió la bonanza del país con mayor futuro en el continente latinoamericano;
retrotrajo al país a la época de las Cruzadas, la inquisición y la persecución
a quienes califico de enemigos de la patria, por no hacerse participes en el
aplauso servil a los usurpadores nacionales y extranjeros.
Nuestro mensaje está dirigido a todos
los ciudadanos venezolanos, a los amigos que ayer dejaron su tierra natal para
buscar en nuestro país una mejor calidad de vida, a toda la sociedad civil, a
los intelectuales, a las universidades, a los empresarios emprendedores y
preocupados por la labrar la prosperidad, a las iglesias, a los trabajadores y
sus organismos sindicales que con el sudor de la frente y a todos los ciudadanos
poseedores de pensamiento democrático, para que nos constituyamos en forjadores
de este gran estado de la calidad y el futuro postmoderno y postpandémico.
Desde “Sociedad Civil 2121¨ los invitamos a que nos acompañen en la
conformación de un gran proyecto de cambio y
unirnos en un Pacto de Ciudadanos, que abra una ruta para la renovación
de las organizaciones políticas abriendo
nuevos espacios de relación ciudadana con el gobierno y con el Estado
así como el fortalecimiento de
sociedades abiertas con orientación
necesaria para superar el cansancio, el desencanto y la desafección ante la
política, que nos permita Reconstruir
a Venezuela, donde los mejores obtengan un gran espacio para
crecer, producir y soñar con un amanecer radiante de felicidad, en una
Venezuela Libre, Autónoma, Independiente, Democrática, Descentralizada; una
Venezuela independiente gobernada por los mejores y con identidad de eficiencia
y sentido de nobleza de patria.