miércoles, 3 de abril de 2019


ATALAYA DE LA HISTORIA.
¿Nos sigue determinando el pasado? ¿Requerimos de un cambio o crear una ruta? IResultado de imagen para imagenes de la conquista de america
Genio R. Lobo.
“Luis Castro Leiva, en su estudio sobre la filosofía de la historia venezolana, dejo en el aire una pregunta que no ha sido contestada, y quizás nunca lo sea: ¿es posible pensar a Venezuela fuera de Bolívar?, o lo que  es lo mismo, ¿Qué destino hubiera tenido Venezuela si pudiera pensarse fuera de Bolívar? La interrogante no es ociosa. El pensamiento bolivariano como filosofía política, como origen y destino de la patria, es una surte sellada. Un horizonte melancólico que nos obliga a dar testimonio del mártir de la Independencia como al creyente de su fe”. (p.13)  … “si la historia pareciera ser sin nosotros? Irónicamente Alberto Barrera Tyszka escribe en un artículo periodístico: Por supuesto que si somos unos apátridas. No lo susurramos con vergüenza, además. Queremos que todo el mundo lo sepa, que se imprima, que se publique en el periódico este domingo. Apátridas. Es una esdrújula maravillosa, tan sonora. Eso queremos ser. No nos interesa nada la patria del poder… No pertenecemos, ni deseamos formar parte de la patria que Nicolás Maduro invoca cuando agita la venezolanidad y apela a nuestra herencia heroica, a nuestro destino de glorias guerreras.” (p.17) La Herencia de la Tribu. Ana Teresa Torres.
Dedicatoria:
A mi hija Sussy, mi primogénita, semilla concebida hace 49ª,
primor de mi unión matrimonial y mi compañera, junto
a su madre a mi acto de graduación, (50a) final de una etapa e inicio de una nueva.
A mis dos hijos varones: Javier y Carlos. (Hoy de  cumpleaños)
A una madre dedicada a sus hijos: Raizza

“Hay pasados que no terminan de irse” (La Herencia de la Tribu).
Doy inicio a una saga que trata de incursionar por los intricados caminos de la historia de nuestros nacionalidad, si así se puede entender, analizando hechos históricos que caracterizaron al país en su nacimiento, tratare de presentar un análisis que nos distancie de la mitología y nos lleve a conocer una historia que nos induzca a lograr nuestra identidad y visión de país, hasta el momento perdida en una narrativa belicista, pintoresca, perdida en las lianas de una selva de heroísmo y ausentismos, es el relato heroico el que ha prevalecido, con desmedro de la producción social y cultural ejecutada por los ciudadanos. Porque nuestros ancestros, al igual que el conquistador, se perdieron en la búsqueda de “El Dorado”, ¿si este ha sido nuestra cuna.? Cabe destacar que el ciudadano como colectivo no se siente orgulloso de la construcción de la civilidad, no se le ha permitido sentirse actor de su propia historia, solo ha sido utilizado por los héroes o actores políticos, de ahí, se hace valido el criterio de que “La atención publica ha estado siempre saturada por la clase política, es decir, por los profesionales del poder”. (La Herencia de la Tribu).
En su primera parte este trabajo comprenderá el análisis de momentos determinantes como el: descubrimiento y conquista, la colonia, 19 de abril, 5 de julio, Congreso de Angostura, gesta independentista, separación de la Gran Colombia, la Guerra Federal, héroes y caudillos hasta la llegada de los Andinos al poder.
El día a día de los venezolanos está determinado al momento por la incertidumbre y desconcierto ante una crisis política, social y económica que no presenta alternativas de solución, una crisis a la cual no se le ha sabido conseguir ni sus causas ni su solución; los políticos cabalgan sobre ella sin rumbo determinado, los historiadores, intelectuales, analistas y muchos mas han ido a la búsqueda de distintas y variadas causas, muchas en la especulación del proceso económico que oriento el proceso democrático nacido a partir de mediados del pasado siglo, otros han cargado la responsabilidad a los partidos políticos y sus principales activistas; lo grave no es solo la crisis en si misma sino la ausencia de una propuesta de rumbo para salir de la misma, la prevalencia de los intereses personales o de parcialidades políticas, el no entender que mientras no exista un plan de ruta que nos indique hacia donde se debe ir, el porque es ese el lugar a donde se debe ir, se nos hace más difícil lograr la ruta y la meta.
En el análisis al que doy inicio pretendo adentrarme en el proceso histórico tanto nacional como continental, incluyendo antecedentes y hechos que contribuyeron al nacimiento de nuestro país, para reburujar  en la búsqueda de circunstancias que han podido determinar nuestro nacimiento como país, como Estado, nuestra identidad nacional, nuestra visión de nación, si la hay y de no haberla saber por que no existe, el porque de los mitos de los héroes y sus consecuencias, la ideología de la cultura racista dominante, el caudillismo, la influencia determinante de una economía petrolera o de minería de extracción, hacia ello ira este análisis.
El filósofo Yeshayahu Leibowitz afirmó que un pueblo no es una realidad objetiva, sino el producto de la conciencia subjetiva. Para Leibowitz, un pueblo existe en la medida en que un colectivo se reúne con la conciencia de formar una nación y que esta conciencia se transmite de generación en generación. Es una conciencia con una «duración histórica» que no es consecuencia de la «realidad» llamada pueblo, pero es causa y condición de su existencia.
Los venezolanos hemos ido construyendo nuestra propia memoria historica y que podemos entender como afrenta hacia el futuro, o nuestra responsabilidad, analizada a traves de los hechos históricos, para definir nuestro futuro, en especial por el momento de crisis que nos azota. Entender el proceso de conquista y colonización de nuestra América nos lleva a revisar dos historias: la de Europa y muy especialmente la de España, donde, para el momento, coexistía una diversidad cultural y una crisis en la monarquía borbónica de España, donde se sucedieron hechos en los inicios del siglo XVII
 (1800), la invasión de Napoleón, que llevan a la monarquía Española a una crisis generalizada influyente en la transformación de las colonias hispanoamericanas en Estados independientes, tema casi olvidado o no bien estudiado en sus dimensiones reales; en segundo lugar la americana, donde intervinieron tanto hechos como causas diferentes en los orígenes de la conquista, tanto en lo político como en lo religioso y cultural. Cabe preguntar: ¿Tales hechos fueron determinantes en moldear e influir nuestra existencia?, ¿A más de quinientos años podemos borrar el ancestro cultural de las sociedades que habitaban este continente? ¿Se origino “un nuevo mundo” o fue “el final de un viejo mundo”? ¿Ese habitante, ese indio, habitante milenario, sometido a la barbarie de un sistema desconocido y cruel, ha sido subestimado e ignorado como sujeto de historia? ¿Es o no obligante revisar esa historia, es obligante o no, revisar los métodos de enseñanza de los jóvenes sobre la vida y las culturas autóctonas? Donde han quedado las subyaciencias arquetipales, los aportes mitológicos y cosmogónicos, las expresiones científicas de una cultura milenaria que por ser diferente, puede considerarse menos valiosa? ¿Existe o no, en las capas dirigentes de América Latina una responsabilidad histórica ante lo que fuimos ayer y lo que somos hoy? (Carmen Aranguren R. ULA. 1992).
Estas y muchas otras preguntas tratare de descifrar en el presente trabajo, donde colocare al indígena en su cultura, con sus ancestros, junto a un conquistador que llego a nuestro continente, unos en la búsqueda de las riquezas para satisfacer las necesidades de la corono española y cumplir así con su condición de vasallo y otro que agotado por las presiones religiosas y la impotencia de realización de sus sueños tuvo que emigrar en la búsqueda de nuevos espacios. Tanto el conquistador español como el inglés, trajo una cultura, y fomento una cultura, ambos terminaron con un “viejo mundo” y sembraron, “un nuevo mundo”. Cual ha sido nuestra herencia a traves de los tiempos. Entender esa herencia, su uso, el camino recorrido y el por recorrer, constituye una gran tarea. Los denominados Padres de la Patria en Norteamérica fomentaron una filosofía dirigida a crea una nación, en Estado nuevo, independiente dotado de identidad propia, para el futuro, en Latinoamérica se formo un pensamiento de solidaridad con la corona española, no una independencia total contra España.
“en nuestra memoria colectiva, la aventura de los conquistadores evoca imágenes de triunfo, de riqueza y de gloria, y aparece como una epopeya.  La historiografía occidental asocia el descubrimiento de América” a los conceptos de "renacimiento “y de “tiempos modernos”; la expedición de Colón coincide con el comienzo de una nueva era.  Pero se trata de una nueva era para Europa.  Desde la perspectiva de los indios vencidos la conquista significa un final: la ruina de sus civilizaciones.  (Watchel,  N.,1976,  p.35).
Próxima entrega: “Conquista, colonización y nuestra herencia”









ATALAYA DE LA HISTORIA. (IV) 

"Todo libro de historia digno de ese nombre debiera incluir un capítulo que se titularía más o menos: ¿Cómo puedo saber lo que voy a decir? Estoy persuadido de que si se conociesen estas confesiones, hasta los lectores que no fueran del oficio hallarían en ellas un verdadero placer intelectual. El espectáculo de la investigación, con sus éxitos y fracasos, no es casi nunca aburrido. Lo acabado es lo que destila pesadez y tedio." Marc Bloch
“Una hermenéutica adecuada debe mostrar en la comprensión misma la realidad de la historia.  Al contenido de este requisito yo le llamaría ‘historia efectual’. Entender es, esencialmente, un proceso de historia efectual”  Gadamer.
“¿cuál era la alternativa para Iberoamérica? Hemos fracasado en el camino del desarrollo y de la modernidad, pero cómo, por qué, y qué se podía hacer para corregir este desastroso destino tercermundista.” Manual del perfecto idiota latinoamericano.
DEDICATORIA
de esta saga de historia:
A mis padres: Abel y Tulia.
A mis suegros: Isabelino e Isaías.
A los suegros de mi hijo Javier: Víctor y Berenice,
A mis hijos y nietos.
Una dedicatoria a la permanencia de una continuidad sanguínea,
a una continuidad moral,
 una continuidad e identidad nacional.
Cada uno de ellos representa una continuidad, una sucesión de valores:
La sangre, la región Andina, Margarita, Zulia y Oriente,
                                                                                        Cada uno de ellos nos ha dado una identidad de región y un
                                                                                      país
Antes de continuar con mis artículos sobre el análisis referido a hechos históricos que han caracterizado al país desde su nacimiento, voy a desviarme un poco para hacer un breve recorrido sobre la importancia de la memoria histórica, sus alcances y, del por qué estoy tratando de recorrer la historia para escudriñar sobre las causas que han determinado el proceso critico político, social, económico e institucional que determina la vida de nuestro país, transitar sobre las zonas imprecisas de la historia, fabulas, leyendas y mitos, con la finalidad no de reconstruir una realidad, sino de formarnos una idea más clara y objetiva de causas y acontecimientos que marcaron el rumbo de nuestro desarrollo como país; primero, de como el “viejo mundo” que dice haber descubierto nuestro mundo, nos quitó la condición de viejo mundo, como se destruyó una civilización milenaria, como fuimos insertados en una cultura ajena, colocándonos el mote de nuevo mundo pero destruyendo una cultura, una forma de vida, que si bien es cierto permanecía desconocida, tenía sus propias raíces, era un cultura que podrá decirse se encontraba detenida en el tiempo, un tiempo que la había hecho lenta, pero que tenía su propia existencia y no tenía derecho a morir destruida por otra ajena, menos que se haya sometido a una especulación, donde mucho se ha ignorado o desvirtuado, dando cabida a mitos y leyendas distante de la realidad y segundo, como un país aparentemente pobre, determinado por la desunión y sin rumbo, hasta finales del siglo XIX; las potencialidades subsumidas en el subsuelo lo lanzaron al capitalismo y lo constituyeron por su ubicación geográfica y geopolítica en un país estratégico codiciado por intereses internacionales colonialistas. Nuestro continente desde los orígenes del descubrimiento fue perseguido por la búsqueda del famoso dorado, la expansión española dese sus inicios más que una expansión territorial fue la búsqueda de riquezas. Esas potencialidades mineras, escondidas por siglos en nuestro subsuelo, al ser descubiertas cambiaron totalmente el rumbo de nuestro país, pasamos de ser marginales, tanto en lo nacional como internacional, a constituirnos en capitalistas, las miradas del mundo se volcaron sobre el país ignorado, no solo los magnates de las finanzas, sino también los políticos; en respeto a la brevedad, solo me referiré, por ser fundamental en la agenda de persecución, al magnate caribeño de la ideologización interesada del totalitarismo, quien vio en la riqueza petrolera la gran oportunidad de sobrevivir al desalojo soviético, su gran financista revolucionario; Venezuela se le hace su sueño de midas y la suerte, ante el acto responsable del expresidente Betancourt, al negarle el obsequio petrolero, regalo que logra en un advenedizo de la política, de el obtiene el obsequio de la traición a la memoria de Bolívar, al cederle la democracia envidiada, nacida en la segunda mitad del siglo XX, en Latinoamérica, su economía, sus instituciones recibiendo en compensación el compartir el trono de dictador del caribe, dándole así nacimiento a la destrucción de un proceso democrático y la ruina moral, económica e institucional de un país y dándole vida hoy en día al mayor riesgo, junto con el terrorismo y el narcotráfico mundial, que vive la comunidad internacional. El tema lo analizare en profundo en próxima entrega, ya que entender este pasaje político es básico para comprender la crisis del país.
Cuáles fueron los valores de ese viejo mundo, que, más que viejo era un mundo desconocido, utilizado como puente para expandir el poder de la corona española y mejorar las riquezas de una Corona altamente endeudada como consecuencia de los conflictos monárquicos del momento.  Todo ello conforman inquietudes que mueven a incursionar en la historia, es como un gusanillo del conocer, es una curiosidad derivada de no aceptar someternos a vivir la ignorancia, es como tomar a esas curiosidades que llevaron al incansable Heródoto de Halicarnaso, a inquirir por todas partes testimonios de esas verdades, que le inquietaban; es cierto nos dieron un lenguaje, una religión, pero nos marcaron un destino, que hoy en día no hemos sabido entender ni nos ha permitido obtener un rumbo cierto y definido. Al indígena, a los pardos, al blanco criollo, a los mantuanos, a todos los descendientes se les estimo “vasallos” de la corona y como vasallos un 19 de abril lanzaron el grito de solidaridad al rey Fernando VII.
El descubrimiento nos ha permitido crecer como un país con un mismo idioma y sobre una religión. Esto es lo que nos hace ser miembros de una misma comunidad idiomática y religiosa que, con sucesos históricos y sociales diferentes a ambos lados del Océano, nos permite comprendernos y compartir una herencia cultural. Es la impresión que tienen un hablante de cualquier país hispanoamericano y un hablante de España cuando intercambian una comunicación en la que la lengua española se utiliza de diferente manera, poniendo en marcha distintos recursos lingüísticos, pero que crea sin duda un vínculo común. La intuición del hablante popular percibirá diferencias fundamentalmente entonativas, que no sabe describir muy bien, pero que otorga una cualidad más musical a la entonación del español americano. Curiosamente, ambos se tienen aprecio sociolingüístico: el hablante de la Península Ibérica piensa que en América se habla una lengua más pura, más ajustada a los usos correctos, mientras que el hablante americano sigue viendo en la norma peninsular un modelo digno de ser tenido en cuenta.
Ese descubrimiento, esa colonización dio origen a un choque de civilizaciones, no tan solo en el sur del continente americano, sino también en el norte, pero con efectos y consecuencias diferentes. Esas consecuencias en la conformación de una nueva sociedad ha permitido la subsistencia de dos civilizaciones distintas en la concepción del futuro de cada una, en el sur se embarcaron seres en búsqueda de una aventura o una fuga ante la incertidumbre de un futuro cierto, una indefinición de identidad ante lo que era y lo que queria, una falta de visión de país y una dependencia ante la improvisación y permeables a concepciones ideológicas que oscurecieron el desarrollo y el andar por los caminos de la modernidad; por el contrario en el norte el colono fue un soñador en búsqueda de un tierra de promisión, fue el forjador del sueño americano, marco diferencias y distancias en cuanto a la dependencia de la monarquía de origen, en ellos no nació el sentimiento de dependencia, llegaron para quedarse, a sus influencias o dependencias religiosas o de tierra de origen  les dieron ubicación clara y definida, llegaron para ser distintos, radicarse, desarrollar identidad y crear una nueva nación con ideales propios y con una ruta de subsistencia, crecimiento y desarrollo completamente distinta e independencia, la independencia no la declararon, la llevaban por dentro y le dieron rumbo e identidad propia.
El conquistador español llego a las tierras descubiertas y conquistadas, unos para quedarse y otros solo en la búsqueda de riqueza, sembraron su lengua original, sus costumbres y su identificación con la corona española, hicieron de los terrenos conquistados una extensión de España y de la religión católica, del vasallaje, continuaron siendo los mismos, pero en tierras distantes. Conquistador y Misioneros ejercieron a plenitud su tarea de fomentar e instaurar la dependencia tanto a la Corona española como a la Iglesia Catolica. Como lo indico el inolvidable Andrés Eloy Blanco, nos enseñaron a andar tras un hombre a caballo y amarrados de la cola de su caballo y carentes de andar propio.
“La democracia puede emerger en cualquier lugar, pero sólo puede arraigarse si trae consigo, aunque sea de forma gradual, una sociedad más próspera, justa y ética.” Larry Diamond

Próxima entrega: La conquista, colonia, movimiento independentista. ¿Herencia de dependencia?