ATALAYA DE LA
HISTORIA. (IV)
"Todo libro de historia
digno de ese nombre debiera incluir un capítulo que se titularía más o menos:
¿Cómo puedo saber lo que voy a decir? Estoy persuadido de que si se conociesen
estas confesiones, hasta los lectores que no fueran del oficio hallarían en
ellas un verdadero placer intelectual. El espectáculo de la investigación, con
sus éxitos y fracasos, no es casi nunca aburrido. Lo acabado es lo que destila
pesadez y tedio." Marc Bloch
“Una
hermenéutica adecuada debe mostrar en la comprensión misma la realidad de la
historia. Al contenido de este requisito
yo le llamaría ‘historia efectual’. Entender es, esencialmente, un proceso de
historia efectual” Gadamer.
“¿cuál era la
alternativa para Iberoamérica? Hemos fracasado en el camino del desarrollo y de
la modernidad, pero cómo, por qué, y qué se podía hacer para corregir este
desastroso destino tercermundista.” Manual del perfecto idiota latinoamericano.
DEDICATORIA
de esta saga de historia:
A mis padres: Abel y Tulia.
A mis suegros: Isabelino e Isaías.
A los suegros de mi hijo Javier: Víctor y Berenice,
A mis hijos y nietos.
Una dedicatoria a la permanencia de una continuidad
sanguínea,
a una continuidad moral,
una continuidad e
identidad nacional.
Cada uno de ellos representa una continuidad, una sucesión
de valores:
La sangre, la región Andina, Margarita, Zulia y Oriente,
Cada uno de ellos nos ha dado una identidad de región y un
país
Antes
de continuar con mis artículos sobre el análisis referido a hechos históricos
que han caracterizado al país desde su nacimiento, voy a desviarme un poco para
hacer un breve recorrido sobre la importancia de la memoria histórica, sus
alcances y, del por qué estoy tratando de recorrer la historia para escudriñar
sobre las causas que han determinado el proceso critico político, social,
económico e institucional que determina la vida de nuestro país, transitar
sobre las zonas imprecisas de la historia, fabulas, leyendas y mitos, con la
finalidad no de reconstruir una realidad, sino de formarnos una idea más clara
y objetiva de causas y acontecimientos que marcaron el rumbo de nuestro
desarrollo como país; primero, de como el “viejo mundo” que dice haber
descubierto nuestro mundo, nos quitó la condición de viejo mundo, como se
destruyó una civilización milenaria, como fuimos insertados en una cultura
ajena, colocándonos el mote de nuevo mundo pero destruyendo una cultura, una
forma de vida, que si bien es cierto permanecía desconocida, tenía sus propias
raíces, era un cultura que podrá decirse se encontraba detenida en el tiempo,
un tiempo que la había hecho lenta, pero que tenía su propia existencia y no
tenía derecho a morir destruida por otra ajena, menos que se haya sometido a
una especulación, donde mucho se ha ignorado o desvirtuado, dando cabida a
mitos y leyendas distante de la realidad y segundo, como un país aparentemente
pobre, determinado por la desunión y sin rumbo, hasta finales del siglo XIX;
las potencialidades subsumidas en el subsuelo lo lanzaron al capitalismo y lo
constituyeron por su ubicación geográfica y geopolítica en un país estratégico codiciado
por intereses internacionales colonialistas. Nuestro continente desde los
orígenes del descubrimiento fue perseguido por la búsqueda del famoso dorado,
la expansión española dese sus inicios más que una expansión territorial fue la
búsqueda de riquezas. Esas potencialidades mineras, escondidas por siglos en
nuestro subsuelo, al ser descubiertas cambiaron totalmente el rumbo de nuestro
país, pasamos de ser marginales, tanto en lo nacional como internacional, a
constituirnos en capitalistas, las miradas del mundo se volcaron sobre el país
ignorado, no solo los magnates de las finanzas, sino también los políticos; en
respeto a la brevedad, solo me referiré, por ser fundamental en la agenda de
persecución, al magnate caribeño de la ideologización interesada del
totalitarismo, quien vio en la riqueza petrolera la gran oportunidad de sobrevivir
al desalojo soviético, su gran financista revolucionario; Venezuela se le hace
su sueño de midas y la suerte, ante el acto responsable del expresidente
Betancourt, al negarle el obsequio petrolero, regalo que logra en un advenedizo
de la política, de el obtiene el obsequio de la traición a la memoria de
Bolívar, al cederle la democracia envidiada, nacida en la segunda mitad del
siglo XX, en Latinoamérica, su economía, sus instituciones recibiendo en compensación
el compartir el trono de dictador del caribe, dándole así nacimiento a la
destrucción de un proceso democrático y la ruina moral, económica e
institucional de un país y dándole vida hoy en día al mayor riesgo, junto con
el terrorismo y el narcotráfico mundial, que vive la comunidad internacional.
El tema lo analizare en profundo en próxima entrega, ya que entender este
pasaje político es básico para comprender la crisis del país.
Cuáles
fueron los valores de ese viejo mundo, que, más que viejo era un mundo desconocido,
utilizado como puente para expandir el poder de la corona española y mejorar
las riquezas de una Corona altamente endeudada como consecuencia de los
conflictos monárquicos del momento. Todo
ello conforman inquietudes que mueven a incursionar en la historia, es como un
gusanillo del conocer, es una curiosidad derivada de no aceptar someternos a
vivir la ignorancia, es como tomar a esas curiosidades que llevaron al
incansable Heródoto de Halicarnaso, a inquirir por todas partes testimonios de
esas verdades, que le inquietaban; es cierto nos dieron un lenguaje, una
religión, pero nos marcaron un destino, que hoy en día no hemos sabido entender
ni nos ha permitido obtener un rumbo cierto y definido. Al indígena, a los
pardos, al blanco criollo, a los mantuanos, a todos los descendientes se les
estimo “vasallos” de la corona y como vasallos un 19 de abril lanzaron el grito
de solidaridad al rey Fernando VII.
El
descubrimiento nos ha permitido crecer como un país con un mismo idioma y sobre
una religión. Esto es lo que nos hace ser miembros de una misma comunidad
idiomática y religiosa que, con sucesos históricos y sociales diferentes a
ambos lados del Océano, nos permite comprendernos y compartir una herencia
cultural. Es la impresión que tienen un hablante de cualquier país
hispanoamericano y un hablante de España cuando intercambian una comunicación
en la que la lengua española se utiliza de diferente manera, poniendo en marcha
distintos recursos lingüísticos, pero que crea sin duda un vínculo común. La
intuición del hablante popular percibirá diferencias fundamentalmente
entonativas, que no sabe describir muy bien, pero que otorga una cualidad más
musical a la entonación del español americano. Curiosamente, ambos se tienen
aprecio sociolingüístico: el hablante de la Península Ibérica piensa que en América
se habla una lengua más pura, más ajustada a los usos correctos, mientras que
el hablante americano sigue viendo en la norma peninsular un modelo digno de
ser tenido en cuenta.
Ese
descubrimiento, esa colonización dio origen a un choque de civilizaciones, no
tan solo en el sur del continente americano, sino también en el norte, pero con
efectos y consecuencias diferentes. Esas consecuencias en la conformación de
una nueva sociedad ha permitido la subsistencia de dos civilizaciones distintas
en la concepción del futuro de cada una, en el sur se embarcaron seres en
búsqueda de una aventura o una fuga ante la incertidumbre de un futuro cierto, una
indefinición de identidad ante lo que era y lo que queria, una falta de visión
de país y una dependencia ante la improvisación y permeables a concepciones
ideológicas que oscurecieron el desarrollo y el andar por los caminos de la
modernidad; por el contrario en el norte el colono fue un soñador en búsqueda
de un tierra de promisión, fue el forjador del sueño americano, marco
diferencias y distancias en cuanto a la dependencia de la monarquía de origen,
en ellos no nació el sentimiento de dependencia, llegaron para quedarse, a sus
influencias o dependencias religiosas o de tierra de origen les dieron ubicación clara y definida,
llegaron para ser distintos, radicarse, desarrollar identidad y crear una nueva
nación con ideales propios y con una ruta de subsistencia, crecimiento y
desarrollo completamente distinta e independencia, la independencia no la
declararon, la llevaban por dentro y le dieron rumbo e identidad propia.
El conquistador
español llego a las tierras descubiertas y conquistadas, unos para quedarse y
otros solo en la búsqueda de riqueza, sembraron su lengua original, sus
costumbres y su identificación con la corona española, hicieron de los terrenos
conquistados una extensión de España y de la religión católica, del vasallaje,
continuaron siendo los mismos, pero en tierras distantes. Conquistador y Misioneros
ejercieron a plenitud su tarea de fomentar e instaurar la dependencia tanto a
la Corona española como a la Iglesia Catolica. Como lo indico el inolvidable
Andrés Eloy Blanco, nos enseñaron a andar tras un hombre a caballo y amarrados
de la cola de su caballo y carentes de andar propio.
“La
democracia puede emerger en cualquier lugar, pero sólo puede arraigarse si trae
consigo, aunque sea de forma gradual, una sociedad más próspera, justa y ética.”
Larry Diamond
Próxima
entrega: La conquista, colonia, movimiento independentista. ¿Herencia de
dependencia?
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