GENIO R.LOBO
El Congreso de la Sociedad Civil de
Guayana, nace de una iniciativa ciudadana para la búsqueda, mediante la
participación activa del movimiento social de la región de Guayana, en una
primera fase, pero con una visión nacional e internacional, en segunda fase, en
la realización del Congreso Nacional y un Evento Internacional de Negocios. El
objetivo fundamental de este Congreso (CSCG) será debatir sobre los retos y rol
de la Sociedad Civil, este deberá ser entendido como un proceso y varios
eventos. Entender esta metodología es muy importante, para conocer sus alcances,
ya que el mismo no se agotará en una reunión de alto nivel representativa de
los sectores sociales. Sera un Proceso en el que se iniciara el debate de la
agenda temática, donde participaran representantes de instituciones políticas,
sociales, económicas, culturales, educativas, donde se abordaran los temas
fundamentales para el diagnóstico del país; un diagnostico donde se revise la
realidad historiográfica desde sus raíces hasta los momentos actuales, para así
poder determinar las causas y razones de nuestra actual situación política,
económica y social, incluso sobre las influencias foráneas, políticas,
sociales, culturales o económicas que hayan intervenido.
Una metodología de diagnóstico que
constituya una radiografía analítica de nuestra historia. “No una
historia idealizada, épica y heroica en la cual las batallas y las grandes
hazañas protagonizada por los próceres, sirvieron de elemento
cohesionador de la nacionalidad.” (I.Q). Los momentos que vive el país, la
necesidad de que el ciudadano se identifique con nuestra realidad histórica y
que defina la ruta de la modernización, nos requiere presentar un relato
histórico que nos de identidad nacional, que induzca al ciudadano a ser protagonista
de su propio futuro, así debe ser la responsabilidad de este primer Congreso de
la Sociedad Civil.
En artículos siguientes tratare de
desarrollar la metodología del evento y los objetivos, la finalidad será
motivar a los ciudadanos, intelectuales, empresarios, profesionales, a todos
los que se han ido marginando del foro político para que participen para así
construir el camino de la transición al nuevo país. Este Primer Congreso debe
constituirse en el instrumento de los ciudadanos, tanto a nivel local como
nacional, para diseñar la gran propuesta para el Cambio hacia una Venezuela
modelo y de desarrollo Sustentable.
El espacio que pensamos crear no será
un espacio anti-gobierno, será un espacio que pretender concientizar a los
movimientos sociales y ciudadanía a deliberar sobre su propuestas, a discutir
lo que nunca se la ha permitido discutir, a deliberar sobre propuestas que
articulen las luchas e iniciativas nuevas o ya existentes, en especial a con
políticas puras y diseñar el modelo económico alternativo que debe contener los
elementos fundamentales para la construcción del Cambio hacia la nueva
alternativa democrática con la inclusión de la Sociedad Civil.
Realizada esa presentación daré
inicio al primero artículo que se desarrollara solo sobre la transcripción de
algunos epígrafes ilustrativos de algunas ideas sobre los próximos artículos en
el proceso histórico que tratare de presentar.
"Es que este Estado Venezolano
de carácter democrático, con una posición como la reseñada en el ámbito de la economía
y de la sociedad, tiene un nuevo papel que asumir, distinto al que podía tener
hace cuatro décadas. Sin darnos cuenta, por fuerza de la riqueza petrolera y
del consiguiente reforzamiento de la situación del Estado hemos venido sentando
las bases de un nuevo tipo de Estado, distinto al Estado liberal-burgués que
nos sirvió de modelo, y distinto de los Estados socialistas, al cual en la
terminología contemporánea de Occidente, se le comienza a calificar como
Alan Brewer Carias
“Me ha tentado siempre la idea de
escribir el anti Vallenilla, demostrando la falsedad de la tesis del ‘gendarme
necesario’. No sé si la lucha o la vida me dejen realizar estos esfuerzos
intelectuales que visitan mi vigilia”.
Rómulo Betancourt,
al intelectual costarricense Joaquín
García Monge, en
carta fechada en su destierro de
Santiago de Chile,
el 6 de mayo de 1940-
“Ese denominador común era la falta
de sinceridad republicana, de audacia creadora, de fe en el pueblo, de segura
confianza en los grandes destinos patrios, de consecuencia práctica con la
tesis teórica de que los gobiernos democráticos son incompatibles con el
mandonismo personalista y absorbente”
(Rómulo Betancourt. 1°de enero de
1946)
“… el ejército era una víctima del
régimen, porque su desarrollo profesional lo entrababa la vigencia en su
conducción de las prácticas del empirismo, personalismo y desbarajuste en el
manejo de los dineros fiscales característicos de toda la Administración. Los
hombres conscientes de las Fuerzas Armadas sentían, además, cómo gravitaba
sobre ellos la tácita acusación colectiva de ser los sustentadores casi únicos
de una semi dictadura de aparentes perfiles militaristas, cuando en realidad
sólo había un régimen autocrático jefaturado por Generales-Presidentes, en
exclusivo beneficio suyo y de las camarillas de intelectuales y de traficantes
que les formaban séquito…” Rómulo Betancourt 20 de enero de 1947, ante la
Asamblea Nacional Constituyente:
“No existía método democrático para
acceder al poder. La elección no se efectuaba por sufragio universal, sino por
voto muy restringido, controlado por el gobierno, de manera que era imposible
para la oposición llegar alguna vez al poder. Solamente de cuarenta a cincuenta
mil personas votaban en las elecciones pre-revolucionarias, comparadas con el
millón doscientas mil de nuestros días. El derecho a la insurrección contra un
régimen no democrático, cuando no hay otra vía de luchar contra él, es sagrado.
La conspiración contra un gobierno democráticamente electo es un crimen…”
Rómulo Betancourt. (Conversación con Rómulo Betancourt habida el 2 de
julio de 1948, recogida en: ALEXANDER, Robert Jackson: Venezuela Voice for
Democracy – Conversations and Correspondence with Romulo Betancourt)
“Como el Santos Luzardo de mi ficción
literaria –y adviertan que aludo a ella sólo para que determinadas personas se
expliquen qué clase de actos de mano armada puede justificar, sin
denegación de sí mismo, quien con toda su obra, la escrita y la vivida, no ha
hecho sino repudiar y condenar el ejercicio de violencia– como aquel personaje
mío, hombre de principios que después de haber apurado las posibilidades de su
disposición a oponerle a los desafueros de la barbarie las limitaciones de las
leyes y los imperativos de la justicia, se resolvió a vivir su ‘hora del
hombre’ ante el atropello, así también Acción Democrática aceptó la dramática
responsabilidad de las jornadas de octubre memorable”
(Rómulo. Gallegos. 19 de enero de 1946, ante la V Convención
Nacional de A.D.)
“Si es que la barbarie de nuestro
medio social necesita de hombres bárbaros, renunciemos momentáneamente a
nuestras ideas civilizadas. ¿Han leído Uds. a Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos?
Ahí, en Santos Luzardo, está troquelado nuestro tipo, o cuando menos, el tipo
que debemos aspirar a realizar. Demos de escobazos a idolotes militares, si
éstos no se avienen a reconocerle beligerancia a la fuerza que representa la
juventud” (Rómulo Betancourt desde San José de Costa Rica a
un universitario compañero de exilio, César Camejo. 19 de marzo de 1930)
“La voz “revolución” no carecía de
tradición –si no de prestigio– en un país particularmente cerril en lo político
como lo había sido Venezuela hasta la llegada del general Juan Vicente Gómez a
la Presidencia de la República. “Revoluciones” las había habido ad libitum.
Habían adoptado nombres de meses (“Revolución de Marzo”, “Revolución de
Abril”...) y colores (“Revolución Azul”, “Revolución Amarilla”...) y, según el
decir humorístico del poeta Andrés Eloy Blanco, las había habido hasta con
nombres más bien aptos para bautizar a caballos de carrera.” (ESTUDIO
PRELIMINAR. 1945-1948. Naudy Suárez Figueroa)
“Ensayar fórmulas de trasplante, ir a
Europa o a otros países de América de estructura social y evolución histórica
diferentes de las nuestras en solicitud de trajes constitucionales de lance,
para tratar de superponerlos a lo intransferible nacional, sería una aventura
poco recomendable”.
Rómulo Betancourt,
ante la Asamblea Nacional Constituyente. 1946)
“Nosotros asignamos una
extraordinaria importancia al movimiento obrero organizado, porque sabemos que
si algo caracteriza la vida social contemporánea, es la presencia organizada
del pueblo en sus partidos políticos y en sus organismos de resistencia
económica. Ya pasó la época de los pequeños grupos oligárquicos; ahora son las
fuerzas económicas organizadas, bien en Federaciones de Cámaras de Comercio y
Producción, bien en Centrales Obreras, las que enrumban y orientan a las
naciones. Pasó la hora del clan minúsculo y advino la hora de la multitud
organizada. ”Rómulo Betancourt. Acto de Instalación, 1947, de la Confederación
de Trabajadores de Venezuela:
“… las puertas de Miraflores y de
todos los Ministerios estarán abiertas a los trabajadores de Venezuela, pues
nosotros queremos hacer un gobierno realmente popular, y un gobierno popular
tiene que oír en forma atenta y comprensiva a los trabajadores organizados, que
en todos los países constituyen su soporte más firme y más sólido”
Rómulo Betancourt.
Diario El Universal, martes 23 de octubre de 1945.)
“La sofística literatura de
encargo de los teóricos de las autocracias acuñó el dogma de que en el trópico
turbulento el Poder se expresaba fatalmente con nombre y apellidos propios, y
siempre en función de un hombre, signado de atributos providenciales. La
historia republicana de Venezuela parecía confirmar esa aberración sociológica,
con el discurrir trágico en su contenido y monótono en su uniforme envoltura
formal– de nuestras periódicas insurgencias de montoneras, bautizadas una y
otra vez con el sugerente rótulo de ‘revoluciones’. Todas habían desembocado en
un nuevo caudillismo, usufructuado por un hombre armado, en provecho suyo y de
su clan político-“
Rómulo Betancourt,
1948, 12 de febrero, ante el Congreso Nacional-
“Nos pronunciamos contra el
personalismo desorbitado y ambicioso que había frustrado las otras empresas
políticas con programa de superación nacional que en la Venezuela republicana
también nacieron rodeadas del fervor colectivo. Dijimos que veníamos a negar,
en los hechos, la tesis de que los pueblos sólo se salvan por la acción
providencial de hombres insubstituibles. Y para dar demostración objetiva de
consecuencia con ese criterio y afianzar ante el país una actuación deslastrada
de la obcecada (sic) pasión del mando, promulgamos el Decreto mediante el cual
quedaban inhabilitados los miembros de la Junta para postular sus nombres como
aspirantes a la Presidencia de la república en el próximo período
constitucional. Algunos han calificado esta conducta como desplante romántico.
Nosotros creemos, por lo contrario, haber procedido con patriótico realismo.
Comprendimos que Venezuela estaba urgida, para recobrar su vacilante fe en los
hombres públicos, de una impresionante lección de honestidad y desprendimiento
ciudadanos. Por animarnos es íntima e irrenunciable convicción es por lo que
venimos hoy a decir a este soberano Cuerpo, con el acatamiento y respeto que
nos merece, que si hay algún decreto de la Junta en cuya expresa ratificación
legislativa estamos expresamente interesados, es ése que nos incapacita para
lanzar nuestros nombres a la palestra del público debate, cuando vayan a
postular los venezolanos las candidaturas para Jefe de Estado durante el
período de plena constitucionalidad”
Mensaje dirigido a la Asamblea
Nacional Constituyente, en nombre de la Junta Revolucionaria de Gobierno, el
día 20 de enero de 1947
“…hoy en día, el debilitamiento de
los partidos tradicionales y la falta de enraizamiento de los nuevos partidos,
del gobierno y la oposición, forman parte de lo que hemos venido considerado
como el déficit democrático del sistema político venezolano.
Ramos Jiménez.
“No soy hoy hombre del pasado sino
del presente y el futuro” Rómulo Betancourt. Antología Política.