martes, 3 de septiembre de 2019


EPIGRAFE. IV
Genio R. Lobo.
Mediante y a través de varios epígrafes, pretendo iniciar un análisis sobre eso que varios historiadores han denominado “la rebelión” contra el culto a los ídolos patrios, el país está en vías de una transición, no solo política, sino también cultural, histórica e intelectual, el entenderla para llevarlo no solo a la prosperidad productiva y económica, sino también cultural constituye una iniciativa fundamental, hacia allá mi análisis.
Siguiendo a Tomas Straka en su obra, La épica del descontento, me referiré a: German Carrera Damas, Elías Pino Irturrieta, Guillermo Morón y Manuel Caballero. Instauradores de una “rebeldía” histórica.

“Así, como quien sale a la calle con el uniforme del mariscal del abuelo, para ocultarse bajo sus galas, de ese modo Venezuela ha hecho del historicismo la base  ideológica de su proyecto como nación.” (La épica del descontento. Tomas Straka)

“desde la década de 1840, un grupo significativo de venezolanos se ha preguntado, seriamente, sobre las bondades del “culto” al Libertador y su Gesta Histórica, así como sobre su conveniencia para la construcción de un modelo de vida colectiva” (La épica del descontento. Tomas Straka)

“¿Por qué un venezolano no puede simplemente disentir de Bolívar, como en efecto lo hemos hecho tantas veces, como lo hicimos entre 1826 y 1830, y  por eso no convertirse en una especie de   traidor a la patria? (Tomas Straka, La Épica del Desencanto)
¿Por qué toda propuesta  debe buscar coincidencia con el Libertador para que sea legitima?  (Tomas Straka, La Épica del Desencanto)
“La historia es la memoria colectiva de la humanidad, es el análisis del desarrollo de los hombres en sociedad, y eso no puede reducirse a un solo hombre por muy influyente que haya sido” (La épica del descontento. Tomas Straka)
“Entre 2003 y 2007 pasó un hecho sin precedentes en la historia republicana de Venezuela. Mejor dicho: sin precedentes en la historiografía que los venezolanos hemos escrito, enseñado y aprendido desde que nos constituimos como república independiente, de forma definitiva, en 1830. Los cuatro historiadores vivos más importantes de la hora publicaron sendos ensayos para denunciar y sobre todo deslindarse de lo que, hasta entonces, mayoritariamente había entendido la sociedad venezolana como la más preciosa de las herencias del Libertador. Es decir, se deslindaron de ese almácigo de ideas, que desde hace siglo y medio se han mostrado susceptibles de las más variadas y hasta contrapuestas interpretaciones, a las que de forma general hemos llamado bolivarianismo; ideas, ahora más que nunca, cuando república hasta se apellida en su título oficial de “bolivariana”, proclamadas como las fuentes nutricias de nuestro ser como nación….O lo que es lo mismo: por primera vez desde la década de 1840, un grupo significativo de venezolanos se ha preguntado, seriamente, sobre las bondades del culto al Libertador y su Gesta Heroica, así como sobre su conveniencia para la construcción de un modelo de vida colectivo.” (Tomas Straka. Ibid).

“El culto a Bolívar, esbozo para un estudio de la historia de las ideas en Venezuela”, “El bolivarianismo-militarismo, una ideología de reemplazo”, de Germán Carrera Damas,  

“se trata de un problema de envergadura: el de la redefinición de nuestro proyecto como país, el del modelo de democracia que en cuanto tal queremos y el del rol que la memoria del Libertador puede tener en la misma Una memoria que si bien en 1842, en 1883 o en 1910 sirvió como una especie de tabla de salvación para darle cierta cohesión a una república que hacía aguas, y que ahora, cuando ya la nacionalidad y la república –o al menos determinada idea de ellas– están al margen de toda duda, algunos sectores, sobre todo los más vinculados con lo que representó el ensayo democrático, civil y en términos generales liberal que se vivió de 195a 1998, ven como una amenaza para la libertad.” Ibid

“la gesta heroica, la Edad de Oro de los Padres de la Patria tuvo el poder de un antídoto milagroso: “seremos porque hemos sido”, la solución del “optimismo lírico” frente al “pesimismo sistemático”7. Por eso fue que la Historia Patria y su bolivarianismo pudieron convertirse en la “filosofía” del Estado venezolano.”.

“El problema está en que lo que sirve para una cosa no puede ser de automático usado para la otra, y el bolivarianismo que en 1860, en 1880 o incluso en 1910, era una salvación, para 1970, por poner la fecha en la que se edita por primera vez el demoledor El culto a Bolívar de Germán Carrera Damas, que pone un antes y un después en nuestra historiografía y sobre todo en nuestra manera de relacionarnos con la memoria del Libertador, ya no lo resulta tanto. Más aún: ahora puede ser una amenaza para que esa nación ya consolidada se atreva a caminar sin el tutelaje de su Padre Fundador… y en rigor sin ningún tutelaje más. Es decir, para la construcción del nuevo proyecto: el democrático.”

“la libertad recién inaugurada en 1958, pronto refrendada por la autonomía universitaria y por la libertades de cátedra y de expresión, fue tal que se pudo pensar sin  restricciones; tanto, que se pudo romper con la “filosofía política” del Estado y, en muchas ocasiones, hasta alzarse francamente contra él, promoviendo la revolución socialista de corte marxista-leninista, sin grandes temores a ser encarcelado, (sobre todo después de la pacificación de la guerrilla en 1968) y sin ninguno a ser removido del cargo o censurado en sus publicaciones. Esta historiografía no sólo esperó dar respuestas a los nuevos retos de la democracia –y en muchos casos, para la construcción del socialismo, comoquiera que muchos de sus portavoces eran marxistas– sino que era hija de dos aspectos directamente atribuibles al proceso de modernización y democratización que se inicia en 1936 y que hace plena eclosión entre 1945 y 1958: el de la profesionalización y disciplinamiento del oficio de historiador”. (Boletin Academia Nacional de la Historia).

Elías Pino Iturrieta El divino Bolívar, ensayo sobre una religión republicana es un libro revelador de un tiempo y de un autor, porque une dos de las vertientes de su obra pocas veces comunicadas entre sí –la política de actualidad y la historia de la ideas, porque la historiografía es parte integral de ellas– para entender a Venezuela, la de ayer y la de hoy. La circunstancia de una Venezuela en la que el bolivarianismo ha cobrado inusitado vuelo, y que además lo ha cobrado de un modo que parece confirmarle la tesis con la que abre fuegos desde la primera página: la de “los prejuicios que puede acarrear a la sociedad la sobrestimación de los pasos de un héroe por la historia”, lo enfrentó al culto a Bolívar, senda abierta por Germán Carrera Damas hacía treinta años y no muy transitada por otros hasta entonces.” ,,,, “Lo llevó, es decir, al problema teórico de cómo un mecanismo ideado por la sociedad para sobrevivir –el culto al héroe– puede llegar a convertirse en una amenaza para su existencia. En, retomemos la frase de Marx, una especie de opio, que primero le calma los dolores y le amansa los pesares, para después devorarle las entrañas, poco a poco. Pero no sólo por el interés en la indagación teórica, sino también –y sobre todo– para brindar herramientas con que revertir la situación. Porque el problema, sostiene, no es que los pueblos tengan héroes para cohesionarse en una identidad: el problema es que sean incapaces de caminar sin su tutela y, peor, que se cobijen bajo su sombra para eludir sus desatinos, como esos adultos que jamás logran madurar ni deslindarse de la falda de su madre” (Tomas Straka. Ibid).

“La posibilidad de observar con ojo crítico algunos aspectos del culto apenas existe cuando de la manipulación de sus contenidos surge una patología”,,,,” Una patología: eso es justo lo que ve y denuncia en el muy adolorido ego de la república venezolana, así como en los mecanismos de defensa que se ideó. “La república naciente, convertida en desierto por la inclemencia de la guerra, debe acudir al pasado próximo para sacar de sus hechos la fuerza necesaria en la inauguración del camino”; sí: “en la epopeya que acaba de terminar encuentra abono un sentimiento susceptible de unificar a la sociedad, mientras se pasa de la pesadilla de los combates a la pesadilla de un contorno agobiado por las urgencias” (Tomas Straka. Ibid).

“Chávez, que le cambia el nombre a la república, apellidándola “bolivariana”; que en su visión de la historia considera como perdido todo el siglo y medio, los casi ciento setenta años que van desde la secesión de Colombia a su advenimiento al poder, con lo cual, entre otras cosas, se desdice de los logros que tentativamente pudo tener el ensayo civil y democrático que lo precedió; y con lo cual, además, vuelve a depositar en la casta guerrera de los Libertadores los valores sustanciales de la nación, como hicieron todos los gobernantes militares (y muchas veces dictatoriales) de antes; Chávez, que es prolijo en gestos y frases bolivarianas, que jura ante al Samán de Güere una versión libre del Juramento del Monte Sacro, para después hacérsela recitar a sus seguidores; que lanza parrafadas, según Pino, con la entonación, pero sin el vuelo, de Eduardo Blanco,
mientras habla de socialismo; que es considerado por los espiritistas una reencarnación de Guaicaipuro y del Libertador; viene a ser algo así como la consumación de la “patología”. (Tomas Straka. Ibid). (Boletín Academia Nacional de la Historia.  )

Manuel Caballero. “…no soy bolivariano por la misma razón que no soy antibolivariano. Es decir que no creo que quien pretenda escribir un análisis, llámese histórico, político, sociológico, filosófico o todas esas cosas unidas, deba adoptar una actitud semejante. Y eso, ni siquiera con referencia a la más relevante personalidad posible: se puede escribir una historia cristiana o por el contrario anticristiana; es también posible escribir una historia mahometana o antimahometana. Pero en ambos casos, queda claro que (cualquiera que sea su dimensión) se estaría escribiendo un panfleto político, filosófico y hasta histórico, pero no se estará frente a un libro de historia. Porque la historia es la memoria colectiva de la humanidad, es el análisis del desarrollo de los hombres en sociedad; y eso no puede reducirse a un solo hombre, por influyente que haya sido”  (Ibid)

Bolívar había sido fundamentalmente usado por regímenes autoritarios y militares, que es como decir todos los que tuvo Venezuela en su primer siglo de vida independiente (bolivarianos fueron Guzmán Blanco, Gómez, López Contreras y, en un grado algo menor, Pérez Jiménez) como pábulo para el orden y la unidad, acaso las necesidades más urgentes de aquella república tan joven como tambaleante; sus glorias guerreras eran presentadas como los antecedentes de las de los generales de turno al mando, que se presentaban a sí mismos como sus herederos en la construcción de la patria grande; su vida castrense se enseñaba en la pedagogía cívica (mejor: cívico-militar) como el muestrario de los valores de la nación; su épica como la cartilla del nacionalismo frente a las ideologías “disolventes”, bien sea el comunismo en el siglo XX o, como antes de que éste apareciera en escena, simplemente para que “cesaran los partidos”, frase que hábilmente manipulada siempre le vino bien a cualquier dictador. Pues bien, aunque los regímenes civiles que se suceden en el poder entre 1958 y 1998 no abandonaron el culto bolivariano, ya esencial en la identidad de los venezolanos, ciertamente que lo mesuraron, entre otras razones, por la ya dicha: porque lo que sirve para apuntalar a unos regímenes autoritarios, no puede servir igual para uno que puso a la libertad entre sus valores fundamentales. Y, también, porque los grandes retos del bolivarianismo inicial ya estaban superados: la unidad de la nación y un orden meridianamente estable como para encaminarla en una dirección determinada, eran ya una realidad que no requería de la epopeya para legitimarse, o eso al menos pensó la elite. En parte la resurrección del bolivarianismo, ahora vuelto, como ya veremos, “ideología de reemplazo”, la sorprendió tanto como su gran eficacia para seguir concitando voluntades. Evidentemente, por lo menos vistas las cosas desde esta perspectiva, la mayor parte de los venezolanos mantenían una especie de desfase entre su conciencia histórica, que seguía funcionando en la clave de la Historia Patria tradicional, y su realidad histórica, que ya requería de otras herramientas conceptuales y valorativas para ser interpretada y transformada.” (Ibid)
Analizar, revisar esa Historia Tradicional no es derrumbar los valores históricos, no es tratar de hacer desaparecer en la memoria nacional los héroes, es conseguir que el ciudadano, con una visión distinta, conseguida a través de una historiografía cierta dejen de ser “incapaces de caminar sin su tutela y, peor, que se cobijen bajo su sombra para eludir sus desatinos, como esos adultos que jamás logran madurar ni deslindarse de la falda de su madre,”
Guillermo Moron “una República cuyo fundamento es el pueblo con memoria y sin mito: Una república en la que el pueblo se dirija solo, como un adulto, como un colectivo libre, como lo requiere la democracia. Sí, ¡qué forma tan monda y lironda de explicar los objetivos de esta “rebelión”!

Próxima entrega. “Hoy más que nunca se justifica “la rebelión” contra el culto a los héroes?, o continuamos bajo la sombra tutelar eludiendo responsabilidad histórica?, por el contrario nos sumamos a “ideología de reemplazo”.

(genioloboenpositivo.blogspot.com)

jueves, 4 de julio de 2019





ATALAYA DE LA HISTORIA (IV)
Genio R. Lobo
“La democracia venezolana ha confrontado una etapa de transición que no concluye. Y la crisis a raíz del declive de los partidos políticos como puentes idóneos para dirimir el conflicto social sigue vigente. Ello ha minado las formas representativas de pensar la democracia y sus instituciones políticas de la mano de la ingobernabilidad política. Así, repensar la política es prioridad a la hora de dar interpretaciones sobre el surgimiento de liderazgos de corte populista carismáticos, que de la fatiga cívica (desafección política) y la antipolítica se han manifestado, en la poca o nula profesionalización de los representantes políticos venidos a menos en liderazgos anti-partidos, invocando formas plebiscitarias de interpretar la democracia, bajo los medios de comunicación en una video-política. Y ello conlleva a un sistema de crisis de la democracia con una constitución que no organiza el gobierno efectivo.”  (Francisco R. García, Jaime Grimaldo)
El año 1958, marca un hito muy especial, no solo en la historia nacional, sino también en Latinoamericana, por cuanto se dio inicio a un proceso de transición, que aunado al frustrado proceso constitucional que se dio en 1947, donde se aprobó la primera Constitución realmente democrática y el inicio del primer ejercicio presidencial, producto del primer acto electoral democrático, en elecciones de primer grado, donde el elegido fue el demócrata Don Rómulo Gallegos, mejor conocido como el Maestro Gallegos; se inició la  transición que podemos considerar como una transición inconclusa, culpa del golpe militar producido el 24 de noviembre de 1948, lo valido es que quedo sembrada la semilla del ejercicio del gobierno democrático, semilla que permite el retoño democrático el 23 de enero de 1958. Este renacer democrático conforma un nuevo mapa político que se demarca no solo en el ámbito nacional, sino que genera un proyecto para toda Latinoamérica, por tal motivo es una fecha con significación no solo nacional sino internacional.
Persigo a través de estos escritos inducir la búsqueda, a traves de un dialogo interdisciplinario entre la historia y otras áreas de conocimiento, mediante un análisis del entorno inmediato de lo actual, buscar a traves del mismo las condiciones sociales y políticas de agotamiento de las instituciones nacidas a partir de la segunda mitad del siglo XX, en un modelo democrático conciliador (Juan Carlos Rey). Sin dejar a un lado los elementos doctrinarios o teóricos, sociales-políticos, trabajar sobre los hechos mismos y su influencia en los cambios de manera tal que el amigo lector pueda entender mejor las verdaderas causas de un agotamiento institucional que han sido y seguirán siendo determinante en el proceso a que está sometido el desarrollo político-social venezolano. En el análisis de ese agotamiento se hace imprescindible estudiar la vida de los partidos y el comportamiento de la desafección, entender porque los partidos políticos como entes conductores de la organización política y mandatarios de la soberanía popular se constituyeron en los entes inmediatos y únicos de esa representación popular, así como, ¿cuáles fueron las razones para que los partidos, fueran considerados como la zona de encuentro de los ciudadanos con sus dirigentes políticos y de expresión de sus inquietudes políticas? y, porque, hoy en día los ciudadanos han generado una apatía hacia ese encuentro.
Algunos estudiosos del caso Venezuela han referido que las condiciones que han caracterizado el funcionamiento de nuestra democracia han estado determinadas por “el excepcionalísimo venezolano”; ahora, ¿qué es lo que se entiende por tal excepcionalísimo? Se entiende como tal a un conjunto de condiciones que han identificado nuestro proceso democrático durante tres décadas (1958-1988), que hicieron posible el ejercicio democrático, como es el hecho del funcionamiento de un sólido sistema de partidos, la presencia de abundantes recursos fiscales, la sujeción del poder militar al civil, la capacidad de generar acuerdos interelites, alto nivel de participación electoral, la determinante participación de un liderazgo de partidos y la existencia en ellos de altos liderazgos personales, con alta aceptación social; ahora bien, cabe preguntarse, que han sucedido con tal “excepcionalísimo?.
El proceso político que si inicia en el 58, genero un gran ejemplo político para el resto de Latinoamérica, creando igualmente una alta confianza y credibilidad en la clase política nacional, tan excesiva que la enfermo en la autosuficiencia, llevándola al descuido de hechos políticos generados en paralelo, tanto externos como internos, dando en consecuencia inicio a un agotamiento de las condiciones que permitieron “el excepcionalísimo”, lo que aunado a esa presencia ignorada o desestimada, de hechos políticos, económicos y sociales, que en forma silenciosa empiezan a manifestarse y que se harán determinantes en el debilitamiento de la estructura política; la silenciosa crisis del modelos rentista, anunciada por muchos, pero totalmente ignorada o descuidada; los síntomas del deterioro colectivo; la pérdida de confianza y de legitimidad en las principales organizaciones políticas, similares hechos se presentan en organizaciones fundamentales: sector empresarial, sindical; un hecho muy silencioso o altamente desestimado, tanto por los protagonistas políticos como por los politólogos, lo constituye los conflictos internos en los principales partidos del status, tanto ideológicos como organizacionales, en especial una escalada de disidencia en los sectores intelectuales y juveniles, sustentada en gran parte por la influencia externa de la guerrilla fidelista, tema esta no tratado y muy ignorado, no obstante su influencia determinante en las organizaciones políticas, especialmente en A.D; el personalismo y desarraigo social de la dirigencia en las organizaciones políticas, dando presencia a una clase dirigencial carente de formación política, mística e identidad ideológica con la organización; empieza así el surgimiento de la desafección política, teniendo como consecuencia el distanciamiento, la apatía, la indiferencia; en las organizaciones políticas producto de la influencia guerrillera fidelista se genera un castramiento de los relevos generacionales, en consecuencia, los cuadros de dirección se estructuran en forma cerrada y conforme a los intereses clientelares y políticos de la elite superior. A este agotamiento debemos anexar los conflictos internos generados, por una parte, con la llegada al poder, en su segundo mandato, de Carlos Andrés Pérez y las aspiraciones releccionistas de Rafael Caldera; la atmosfera política nacional se ennegrece con el programa de CAP y luego el conflicto de las desacertadas políticas, así como los desajustes económicos del segundo gobierno de Caldera.
En el proceso de agotamiento político, encontramos tres aspectos fundamentales, la influencia externa fidelista, la crisis de los partidos políticos, así como el rol de la sociedad civil, y la desafección social. Son tres aspectos que han sido determinantes, no tan solo en el transcurrir político del país, sino determinantes en el acontecer actual. Fidel Castro se constituyó en un adversario endemoniado del liderazgo de Rómulo Betancourt, tanto en lo político como en lo personal, ambos tenían sus caminos totalmente demarcados y de una carencia absoluta de convivencia, La visita que realizara Fidel a Venezuela en el 58 tuvo resultados que profundizaron por completo las diferencias*: la crisis de los partidos configuro en el país un proceso silencioso de agotamiento, agotamiento funcional que fue constituyéndose en forma subterránea en el tercer elemento fundamental, la desafección política y la apatía.
Entender la influencia fidelista en el mundo político de Venezuela, inclusive en Latinoamérica y el Caribe tiene un significado básico para poder comprender la crisis que determina a Venezuela.
El fidelismo, el castrismo o la mal llamada revolución cubana requiere de un desenmascaramiento preciso. Entender lo que realmente fue esa mal llamada revolución es un tema a estudiar, lo considero fundamental para entender lo que hoy determina la vida política de Venezuela, este es un tema no analizado, bien por descuido o por el interés en mantener un mito creado para enaltecer al autor aparente de un proceso, que en su oportunidad concentro la atención y se impuso en la vida política, un proceso sustentado por un guion que muy inteligentemente fue trasladado a nuestro país, un guion con anfitriones interesados en crear y trasladar el mito de Fidel en función de interés políticos y personales.
La revolución cubana, no es, ni nunca ha sido una verdadera revolución, es un
*En mi blog: genioloboenpositivo, blogspot,com. , desarrollo este aspecto.
movimiento que desde los mismos momentos en que se gestó en Sierra Maestra, desde que irrumpió imponiéndose como un movimiento revolucionario y la gesta del Cuartel Moncada, 1953, ya se deslizaba como un movimiento personalista, simplemente que solapado bajo la predominante ideología del momento y de un sentimiento social que cautivaba el sentimiento popular de la década del cincuenta en el siglo pasado; el génesis del mismo lo podemos conseguir en el comportamiento político de Fidel Castro en su andar universitario en la Universidad Autónoma de Méjico, facetas que son presentadas por el maestro Gallegos en su obra, bajo la Brizna en el Pico del Cuervo, biografía de un joven universitario, (Justo Rigores) obra en la que se describe la organización estructurada por un líder estudiantil que tiene la sabiduría de orquestar un movimiento político bajo su control de matón estudiantil. Si Stalin utilizo al partido comunista para imponer su personalismo político en la Unión Soviética y proyectarlo como una ideología marxista en el mundo, Fidel Castro copia en forma maravillosa esa experiencia para imponer, su también personalismo, utilizando el marxismo. como una gesta revolucionaria antimperialista y de engañosas esperanzas sociales. El estalinismo se constituyó en un movimiento político internacional constructor, bajo la bandera de un movimiento revolucionario ideológico, de los nuevos tiranos de la época moderna, Stalinismo, Maoísmo, Chavismo. No profundizare en el tema, pues tendría que alargar el presente trabajo, pero debe ser materia, no solo de estudio ideológico sino de análisis de lo que han sido los personalismos totalitaristas disfrazados de contenido ideológico, del uso de la mitología del héroe, tema en el cual muchos ilusos y románticos intelectuales han recibido sus insumos de drogadicción. El fidelismo se inicia en los pasillos mejicanos de la UNAM y se desarrolla en Cuba, desde donde se proyecta a Latinoamérica y otros lugares. La historia del fidelismo, al igual que lo fue el estalinismo, es una historia no contada en forma real, pero se hizo mito revolucionario, los intelectuales de la época tienen su cuota de responsabilidad, es una historia producto del comportamiento y las ambiciones de poder de un hombre que supo imponer una personalidad cautivante, tuvo y supo desarrollar un carisma personal convincente, facilidad de discurso y propuesta teórica creíble, que logro arrastrar a hombres y pueblos al desastre y a la inhabilitación psicológica. Tanto Stalin, como Fidel, Mao se Tung y Chaves, supieron entender los sentimientos y emociones de individuos y pueblos, para cabalgar a su antojo personalista sobre tales frustraciones, sembraron para la humanidad el desierto de los sueños y las esperanzas, sus actos fructificaron la frustración y la impotencia para crecer. Muchos intelectuales soñadores y románticos se montaron en sus atriles, luego la realidad los frustro en la complicidad y el miedo, en el temor de las conveniencias, inhibiéndoles al relato claro y honesto.
Simón Alberto Consalvi, relator vivencial no referencial de hechos básicos, en su dialogo con Ramon Hernández, nos presenta realidades que no habían sido dadas a conocer, bien por solidaridad política o por una visión historiográfica muy imbuida en el teorizante análisis, pero que nos deja el mito del héroe al descubierto.
Sobre el estudio de la influencia del fidelismo en Latinoamérica, entre otras, nos encontramos con” tres fuentes bien importantes, “Contra el Olvido”, de Ramon Hernández, “Conversaciones Secretas”, de Rafel Elino Martínez y las publicaciones de la Revista Bohemia, década del 50. Son trabajos que nos permiten información bastante cierta de la verdadera personalidad de Fidel Castro.
Sobre la influencia ejercida por su hermano Raúl Castro, una influencia determinante en la conformación del poder que se impone en el área del Caribe y Latinoamérica y que se torna viral, en especial en las nuevas generaciones juveniles,  la veracidad de lo que sucedió en Sierra Maestra, de cómo se fue tejiendo una red personalista que dio nacimiento a un mito político y a un sistema de transición de poder; la historia nos da un mapa de transición; vale indicar que, a “Stalin no lo sustituye otro Stalin, a Gómez no lo sustituye otro Gómez, a Franco no lo sustituye otro Franco ni a Pinochet otro Pinochet”, pudiéndose agregar que a Chávez no lo sustituye otro Chávez, pero se da la continuidad disfrazada de Raúl Castro, aquí no hay sustituto, solo hay un subalterno, un elegido, bien seleccionado, con instrucciones claras, para imponer “la revolución” cubana, vía para la conformación de la colonización de Venezuela.
En la historia dialogada de “Contra el Olvido”, SAC, encontramos la siguiente referencia: “Fidel Castro es el hombre, el político, el revolucionario o, mejor dicho, el oportunista más afortunado del siglo XX (P.134)… “la lucha contra la dictadura la llevo a cabo El Directorio Revolucionario, que presidia Faure Chamon Mediavilla…El Directorio Revolucionario ataca el Palacio Presidencial y se juega el todo por el todo en las acciones terroristas en la Habana… El ataque al Palacio Presidencial es la operación de más audacia en la lucha contra la dictadura. Fidel estaba quieto en la montaña”. (p 135). Muchos se preguntaran, porque hablar del mito de Fidel y su revolución; este es un  mito que tiene su origen en una entrevista del periodista Herbert Mattheus, publicada en el The News York Times, un reportaje que genera un impacto tan grande, no llevaba fotografías, luego el periodista presenta un segundo reportaje con fotografías, aparece Mattheus-Fidel Castro, es así como Fidel se coloca exitosamente en la opinión internacional, Batista se derrumba y nace el mito concebido por la experiencia de un veterano de la guerra civil española. “La guerra contra Batista la había librado el Directorio Revolucionario, que no tenía un ejército, pero lo gente piensa que fue Fidel Castro, el mito estaba en la sierra”. A la bajada de los barbudos, estos tienen la astucia de alojarse en los cuarteles de la Habana, abandonados por los soldados oficiales, así, Fidel al apoderarse de los cuarteles instala su propia fuerza militar y construye su propio ejército. Estos hechos fueron narrados en un libro del mismo Faure Chamon, libro que se encuentra desparecido; Chamon se constituyó en el gran enemigo de Fidel, es sacado de inmediato del juego político y enviado como embajador a la Unión Soviética, su camino al ostracismo. En sus primeras actividades Fidel desaparece el Directorio y al partido Comunista; para entender mejor el proceso cabe indicar que Chamon era un hombre muy activo pero de pocas palabras, carecía de poder mediático, mientras Fidel era un mago de la palabra, a lo cual se debe agregar el mantener a su lado a un gran estratega formado en la China y la Unión Soviética, Raúl Castro, su cerebro político. SAC, nos refiere que “Jorge Domínguez, un cubano que enseña en Harvard, tiene una explicación de lo que ocurre en Cuba y de Raúl Castro. La explicación impresiona, dice que Raúl Castro ha sido uno de los generales más victoriosos de la última mitad del siglo XX, que ha organizado y completado operaciones de gran magnitud, como la presencia de militares cubanos en África, Domínguez también dice que la historia revelara que el liderazgo de Fidel Castro es fundamentalmente mediático, que quien ha manejado a Cuba es Raúl Castro, a traves de las Fuerzas Armadas, las más disciplinadas y las mejor organizadas.” Esta referencia de Consalvi nos presenta una fotografía que nos permitirá entender, tanto la desaparición de Chávez, como la forma como se implementó la colonización de Cuba-Vene, “Raúl Castro se preparó en serio en la Unión Soviética, No perdió el tiempo…”, no hay teorías económicas ni sociales, es estrategia política-militar.
Me permitiré concluir esta primera parte dejando dos preguntas, las respuesta nos podrá permitir entender mejor la influencia cubana en nuestra crisis. ¿Si Raúl Castro ha sido la sombra tras de Fidel y quien ha manejado el poder, el autor de la colonización, podía permitir que una chequera le destruyera el guion y su propio futuro de poder?
¿Podemos ir a un proceso de transición sin realizar previamente una cirugía profunda con una corrección total de los daños originados por la intromisión fidelista en el sistema político venezolano? ¿La solución está en un simple proceso electoral?
Pasaremos a conversar sobre la crisis de los partidos y su influencia en la crisis que azota al país, del rol de la Sociedad Civil, debe ser un rol pasivo o activo, y tratar la desafección, así como la ausencia de un verdadero liderazgo, tanto individual como de partido político. (Próxima entrega)
01-07-2019

lunes, 27 de mayo de 2019


ATALAYA 

CAMBIO O TRANSICION.
Genio R. Lobo

“Esos muertos a quienes maldicen hoy locas pasiones, debieran ser sagrados: sus faltas, si algunas cometieron, desaparecen ante el supremo esfuerzo que hicieron por la patria. Obscurecer el brillo que irradia su memoria es desagarrar nuestra epopeya.”
“Atentar a las glorias de Páez, es atentar a las glorias de Venezuela” Eduardo Blanco.

Quiero iniciar este trabajo señalando que primero me referiré a ciertos antecedentes, sin profundizar en ellos, de carácter histórico con la finalidad de tener una idea más clara de la importancia de la Transición y sus causas, luego haré referencia a algunas experiencias vividas y sus hechos, que nos podrán permitir entender mejor el proceso. Por otra parte, presentare una pregunta de importante significación: ‘¿Viviendo una continua incertidumbre en cuanto al futuro político, la crisis institucional, la crisis y ausencia de credibilidad de los partidos políticos, existe una posibilidad de llegar a un proceso de transición que nos retorne a la vida democrática, o por el contrario se mantendrá la continuidad “del proceso” hacia un mayor autoritarismo?  ¿Cuáles serán las vías para hacer viable esa transición?, ¿será un proceso lento y consensado, incluyente y de alta participación ciudadana?
Veamos, Venezuela vive un momento de crisis terminal, la misma es consecuencia de un proceso lento y silencioso, pero de alto elemento deteriorador, hasta el punto de ser nuestro país, hoy en día uno de los países con un  alto y peor condición productiva y creíble, es la gran cenicienta mundial, contradictoriamente la de mejores condiciones productivas. Es un proceso que no podemos entenderlo como algo coyuntural sino estrictamente estructural, con características muy especiales y me atrevería a decir, sin antecedentes. No solo es consecuencia de una crisis política, económica y social de origen estrictamente interno, es algo más, un algo que hace delicado y preocupante el tema en sí mismo; su origen tiene raíces externas e intereses políticos determinantes, carece de semejanzas a crisis sucedidas en otros lares internacionales y anda bajo la sombra de la inseguridad mundial.
Indiscutiblemente estamos dentro de una crisis de hechos y consecuencias políticas, económicas y sociales, no solo en lo interno sino también en lo externo. Es importante entender que sus causas no son solo económicas o sociales, el hecho político es el determinante, además ha sido preparado afuera y exportado a nuestro país, entender sus orígenes y causas es fundamental para comprender y poder buscar no solo el antídoto, es un virus que se fue incubando estratégicamente, el laboratorio está en el caribe, pero su sitio de ejecución  y desarrollo ha sido principalmente Venezuela y con proyección internacional, aquí es importante entender las condiciones geográficas y geopolíticas de Venezuela, de igual forma el poder influyente del terrorismo mundial, el narcotráfico, la delincuencia organizada, la guerrilla exportada, el determinismo político por la posesión de riquezas mineras altamente estratégicas, el derrumbamiento del sistema institucional constitucional y el grave hecho de una total ausencia de liderazgo político, tanto de partidos como personales.
En este análisis no podemos desatender ciertos hechos históricos. En los inicios del siglo XX Venezuela era uno de los países más pobres y atrasados, su organización política interna era casi nula, era un país que funcionaba determinado por los intereses personalistas de los caudillos, entendidos estos como los que conformaron la élite de los Héroes de la Patria y los grandes señores dueños de altas extensiones de tierra, su patrimonio estaba conformado por el dominio absoluto sobre la propiedad de la tierra, su influencia política en estamento gubernamental y la legión de vasallos: campesinos que solo habían heredado de la guerra de independencia su condición de instrumento productivo para el enriquecimiento de los Héroes y continuadores soñadores de un paraíso inalcanzable, solo tenían dentro de si su condición de ignorantes y vasallos, pero con un gran valor, ser los grandes cultivadores y los grandes soldados de una generación mistificada.
A la llegada del petróleo el país cambia profundamente, ya no es pobre ni indiferente al interés de capitales extranjeros, pero sigue careciendo de una clase política donde el futuro lo constituye el poder y el dominio sobre los sectores productivos, nace una nueva elite, una burocracia económica sustentada por los medios económicos y políticos. Con las inversiones extranjeras, nuestras políticas sobre todo las económicas van a depender mucho más de las empresas internacionales y de aquellos países como los Estados Unidos, trasladando al país la técnica y la organización capitalista más avanzada de la época, pero que conlleva condiciones de dependencia tecnológica, pues nuestro país no tenía ninguna posibilidad de participar en la producción y desarrollo de la maquinaria y equipo, actividad que se reservan los países desarrollados. Por su importancia el petróleo pasó a ser el factor determinante en aquella prosperidad económica, ya que fue y será la energía vital para el desarrollo industrial del mundo, sobretodo en el momento de la Primera Guerra Mundial donde Venezuela se caracterizó como país exportador de abundante petróleo, con grandes recursos petrolíferos, generando interés de potencias como: Estados Unidos, Inglaterra, Holanda.
Así comportados los hechos, Venezuela inicia la era de un país dueña de una gran riqueza natural y dependiente de los ingresos económicos que generan una renta petrolera, con una elite política, dentro de ella buenos y honestos intelectuales que empiezan a ver los nubarrones negros que determinaran la vida nacional, pero carentes voluntad y salvoconductos para ingresar a donde se toman las grandes decisiones: el poder; ellos se conforman con lo que obtiene y soportan la burocracia oficial dependiente del paternalismo oficial; sin embargo se empieza a generar un despertar agresivo, conformado por un grupo de estudiantes que venían consumiendo las vitaminas del intelecto de los procesos de cambio vivido en Europa  y predispuesto a ser protagonistas de una nueva historia: nace la generación del 28. Esta generación se organiza, se prepara intelectualmente y se crea un objetivo noble y patriótico, la Venezuela del futuro. Podríamos entender que con ellos se dan las bases para la construcción de la primera vía hacia la transición política nacional. Consumen su tiempo en el estudio y lectura de las filosofías políticas del momento, fundamentalmente en lo que se empieza a conocer como la filosofía marxista, la revolución americana, la revolución francesa y la revolución soviética. Alejandro Korn, ya daba cuenta de ello: “De allende los mares recibimos, en efecto, la indumentaria y la filosofía confeccionadas. Sin embargo; al artículo importado le imprimimos nuestro sello. Si a nosotros se nos escapa, no deja de sorprender al extranjero que nos visita; suele descubrirnos más rasgos propios –buenos o malos– de cuanto nosotros mismos sospechábamos” Los barcos de La Guaira, con rumbo a Europa y otros países, se acostumbran a recibir jóvenes cargados de fogosidad revolucionaria, en el exilio los estudiantes, desarrollan una intensa actividad política que se traduce en el temprano diseño de lo que será la nueva institucionalidad política de Venezuela. “Como documento político fundamental aparece en 1931 el Plan de Barranquilla que proponía la lucha contra el caudillismo militarista y el manejo de la cosa pública por los civiles, la confiscación de los bienes de Gómez, la creación de Tribunales de Responsabilidad Civil y Administrativa, la revisión de las concesiones petroleras otorgadas al capital extranjero, la nacionalización de las fuentes de energía y la municipalización de todas las empresas de servicios públicos    hay que  destacar que este reclamo aparece ya en 1928 en el planteamiento del Partido Revolucionario Venezolano – y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para que decidiera la suerte del país.” Velásquez (Ibíd.) explica que, en 1932,  Betancourt  plantea  la  primera  polémica  ideológica  con  los  nuevos  dirigentes  venezolanos influenciados por el pensamiento marxista en su publicación “Con quién estamos y contra quién estamos”. En ella advierte el fracaso de un partido de la clase obrera por la debilidad misma de ese sector en la población venezolana, proponiendo en cambio la creación de un amplio frente policlasista  y revolucionario para oponerse a los poderosos intereses nacionales e internacionales que representaba Juan Vicente Gómez. Ese mismo año 1932 Rómulo Betancourt y otros colaboradores forman en el exilio la Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARDI) que se transforma el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE) en 1936 y luego el Partido Democrático Nacional (PDN) ese mismo año, de cuya transformación posterior surge Acción Democrática en 1941” (Ramon Velásquez, 1976). Paralelamente a la avanzada irrupción de la propaganda marxista, en 1934 se realiza el Congreso de la Juventud de Acción Católica en Roma y allí participa el Bachiller Rafael Caldera. En ese Congreso se acuerda la necesidad de fundar en América Latina partidos que respondieran al ideario cristiano, orientados a las reformas sociales, capaces de enfrentar al movimiento comunista que monopolizaba las universidades y movimientos obreros.
En diciembre de 1936 se produce la muerte del dictador Juna Vicente Gómez, quien de inmediato es sustituido por el General Eleazar López Contreras, quien para el momento se desempeñaba como Ministro de Guerra y Marina, electo por el  Gabinete, para  encargarse  de  la  Presidencia  de  la  República  conforme  a  lo dispuesto  en  el  artículo  97  de  la  Constitución  Nacional. Luego de asumir el cargo el nuevo Presidente se dirige al país en una alocución donde cabe destacar: “(…) la salud de la República estuvo a punto de sucumbir: en ese momento  crítico  habían  dos  corrientes:  una  constitucionalista,  formada  por  los  Ministros  y algunos Presidentes de Estado y otra, personalista. Triunfó como todos saben la Constitucionalista y los hombres  del  antiguo  régimen  que  hoy  me  acompañan  hicieron  en  ese  momento  crítico  un  gran servicio a la patria, no me parece justo descartarlos (…)”, para agregar a continuación que el Gabinete es un término medio formado por algunos del antiguo régimen que respetaron el constitucionalismo y por “hombres de hoy”. (Ibíd., Doc. 13, pp. 55-59).
Con el fallecimiento de Gómez se da nacimiento en Venezuela una nueva época, concluyen los periodos iniciados a partir de la gesta independentista, Gómez termina con los caudillos regionales y a su fallecimiento se da una transición pacífica hacia la democracia; vale destacar algunos hechos significativos; el agotamiento de los caudillos regionales, la instauración de un gobierno central, el surgimiento de  reformas fundamentales en el sistema constitucional, el nacimiento de un nuevo sistema económico producto de la aparición del petróleo, el nacimiento de los primeros partidos políticos en consonancia con una nueva generación de líderes políticos, con formación intelectual e ideológica inspirada en corrientes internacionales que le permite una visión de país moderno, hecho este que se expresa en un documento político fundamental que aparece en 1931, primera iniciativa política en búsqueda de consensuar acuerdos y con visión de programa político, “el Plan de Barranquilla” que proponía la lucha contra el caudillismo militarista y el manejo de la cosa pública por los civiles, la confiscación de los bienes de Gómez, la creación de Tribunales de Responsabilidad Civil y Administrativa, la revisión de las concesiones petroleras otorgadas al capital extranjero, la nacionalización de las fuentes de energía y la municipalización de todas las empresas de servicios públicos; Rómulo Betancourt, en su obra, Venezuela Política y Petróleo, señala: “Nos entregamos a la apasionada indagación de las raíces doctrinarias de las diversas tesis políticas. Devoramos, más que leímos, libros de historia, de economía, de ciencias sociales. Se operó en la mayoría de los estudiantes exilados ese fenómeno común a las juventudes americanas de los años treinta: con fervor de neófitos sorbimos cuanto escribieron los clásicos del socialismo”.
La muerte de Juan Vicente Gómez, genera un cambio político y el establecimiento de un rumbo, donde la conducción está en manos de la conocida Generación del 28, deja la política de ser determinada por la aventura personalista para transformase en programa de gestión, se crean rumbos con destinos ciertos, nace el camino hacia la democracia y la gestión de gobierno, nace un ideal en beneficio de un nuevo país. Quienes asumen la dirección política tienen formación política, identidad nacional, en cada uno de ellos hay un liderazgo propio, un liderazgo fundamentado en bases ideológicas conformadas en el ideal de formar el nuevo país, no obstante la influencia externa, se puede apreciar un gran sentido renovador, es el caso de Acción Democrática, que en su declaración ideológica se identifica como un partido policlasista, va a un pluralismo participativo social, su comportamiento político es en función de la particpacion de las diversas clases sociales.
Se inicia la década del cuarenta, la aparición de los primeros partidos políticos, la conocida Revolución de Octubre, la primera Constitución Nacional con base ideológica y producto de un debate nacional, el Primer Gobierno democrático constitucional y de elección res popular y cierra la década con un gran tropiezo político, primera manifestación de los rezagos de la historia: un golpe de estado y una nueva dictadura. Los nuevos tiempos estarán determinados por el militarismo, el sectarismo, la exclusión, el populismo, el personalismo y un crecimiento económico determinado por el rentismo petrolero y la ausencia de un concierto armónico político que garantice la gobernabilidad. Cabe destacar que el mundo político queda orquestado por tres grandes partidos políticos: Acción Democrática, partido popular con tintes ideológicos izquierdistas, COPEI, partido de influencia religiosa y Unión Republicana Democrática (URD), también de influencia izquierdista. En los liderazgos políticos personales, quedan las figuras destacadas de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera y Jovito Villalba.
¿La época que concluye se orientó por los cambios de gobiernos o por procesos de transición concertados? ¿Nacieron los liderazgos políticos colectivos y de partidos?

 


 [V1]

miércoles, 3 de abril de 2019


ATALAYA DE LA HISTORIA.
¿Nos sigue determinando el pasado? ¿Requerimos de un cambio o crear una ruta? IResultado de imagen para imagenes de la conquista de america
Genio R. Lobo.
“Luis Castro Leiva, en su estudio sobre la filosofía de la historia venezolana, dejo en el aire una pregunta que no ha sido contestada, y quizás nunca lo sea: ¿es posible pensar a Venezuela fuera de Bolívar?, o lo que  es lo mismo, ¿Qué destino hubiera tenido Venezuela si pudiera pensarse fuera de Bolívar? La interrogante no es ociosa. El pensamiento bolivariano como filosofía política, como origen y destino de la patria, es una surte sellada. Un horizonte melancólico que nos obliga a dar testimonio del mártir de la Independencia como al creyente de su fe”. (p.13)  … “si la historia pareciera ser sin nosotros? Irónicamente Alberto Barrera Tyszka escribe en un artículo periodístico: Por supuesto que si somos unos apátridas. No lo susurramos con vergüenza, además. Queremos que todo el mundo lo sepa, que se imprima, que se publique en el periódico este domingo. Apátridas. Es una esdrújula maravillosa, tan sonora. Eso queremos ser. No nos interesa nada la patria del poder… No pertenecemos, ni deseamos formar parte de la patria que Nicolás Maduro invoca cuando agita la venezolanidad y apela a nuestra herencia heroica, a nuestro destino de glorias guerreras.” (p.17) La Herencia de la Tribu. Ana Teresa Torres.
Dedicatoria:
A mi hija Sussy, mi primogénita, semilla concebida hace 49ª,
primor de mi unión matrimonial y mi compañera, junto
a su madre a mi acto de graduación, (50a) final de una etapa e inicio de una nueva.
A mis dos hijos varones: Javier y Carlos. (Hoy de  cumpleaños)
A una madre dedicada a sus hijos: Raizza

“Hay pasados que no terminan de irse” (La Herencia de la Tribu).
Doy inicio a una saga que trata de incursionar por los intricados caminos de la historia de nuestros nacionalidad, si así se puede entender, analizando hechos históricos que caracterizaron al país en su nacimiento, tratare de presentar un análisis que nos distancie de la mitología y nos lleve a conocer una historia que nos induzca a lograr nuestra identidad y visión de país, hasta el momento perdida en una narrativa belicista, pintoresca, perdida en las lianas de una selva de heroísmo y ausentismos, es el relato heroico el que ha prevalecido, con desmedro de la producción social y cultural ejecutada por los ciudadanos. Porque nuestros ancestros, al igual que el conquistador, se perdieron en la búsqueda de “El Dorado”, ¿si este ha sido nuestra cuna.? Cabe destacar que el ciudadano como colectivo no se siente orgulloso de la construcción de la civilidad, no se le ha permitido sentirse actor de su propia historia, solo ha sido utilizado por los héroes o actores políticos, de ahí, se hace valido el criterio de que “La atención publica ha estado siempre saturada por la clase política, es decir, por los profesionales del poder”. (La Herencia de la Tribu).
En su primera parte este trabajo comprenderá el análisis de momentos determinantes como el: descubrimiento y conquista, la colonia, 19 de abril, 5 de julio, Congreso de Angostura, gesta independentista, separación de la Gran Colombia, la Guerra Federal, héroes y caudillos hasta la llegada de los Andinos al poder.
El día a día de los venezolanos está determinado al momento por la incertidumbre y desconcierto ante una crisis política, social y económica que no presenta alternativas de solución, una crisis a la cual no se le ha sabido conseguir ni sus causas ni su solución; los políticos cabalgan sobre ella sin rumbo determinado, los historiadores, intelectuales, analistas y muchos mas han ido a la búsqueda de distintas y variadas causas, muchas en la especulación del proceso económico que oriento el proceso democrático nacido a partir de mediados del pasado siglo, otros han cargado la responsabilidad a los partidos políticos y sus principales activistas; lo grave no es solo la crisis en si misma sino la ausencia de una propuesta de rumbo para salir de la misma, la prevalencia de los intereses personales o de parcialidades políticas, el no entender que mientras no exista un plan de ruta que nos indique hacia donde se debe ir, el porque es ese el lugar a donde se debe ir, se nos hace más difícil lograr la ruta y la meta.
En el análisis al que doy inicio pretendo adentrarme en el proceso histórico tanto nacional como continental, incluyendo antecedentes y hechos que contribuyeron al nacimiento de nuestro país, para reburujar  en la búsqueda de circunstancias que han podido determinar nuestro nacimiento como país, como Estado, nuestra identidad nacional, nuestra visión de nación, si la hay y de no haberla saber por que no existe, el porque de los mitos de los héroes y sus consecuencias, la ideología de la cultura racista dominante, el caudillismo, la influencia determinante de una economía petrolera o de minería de extracción, hacia ello ira este análisis.
El filósofo Yeshayahu Leibowitz afirmó que un pueblo no es una realidad objetiva, sino el producto de la conciencia subjetiva. Para Leibowitz, un pueblo existe en la medida en que un colectivo se reúne con la conciencia de formar una nación y que esta conciencia se transmite de generación en generación. Es una conciencia con una «duración histórica» que no es consecuencia de la «realidad» llamada pueblo, pero es causa y condición de su existencia.
Los venezolanos hemos ido construyendo nuestra propia memoria historica y que podemos entender como afrenta hacia el futuro, o nuestra responsabilidad, analizada a traves de los hechos históricos, para definir nuestro futuro, en especial por el momento de crisis que nos azota. Entender el proceso de conquista y colonización de nuestra América nos lleva a revisar dos historias: la de Europa y muy especialmente la de España, donde, para el momento, coexistía una diversidad cultural y una crisis en la monarquía borbónica de España, donde se sucedieron hechos en los inicios del siglo XVII
 (1800), la invasión de Napoleón, que llevan a la monarquía Española a una crisis generalizada influyente en la transformación de las colonias hispanoamericanas en Estados independientes, tema casi olvidado o no bien estudiado en sus dimensiones reales; en segundo lugar la americana, donde intervinieron tanto hechos como causas diferentes en los orígenes de la conquista, tanto en lo político como en lo religioso y cultural. Cabe preguntar: ¿Tales hechos fueron determinantes en moldear e influir nuestra existencia?, ¿A más de quinientos años podemos borrar el ancestro cultural de las sociedades que habitaban este continente? ¿Se origino “un nuevo mundo” o fue “el final de un viejo mundo”? ¿Ese habitante, ese indio, habitante milenario, sometido a la barbarie de un sistema desconocido y cruel, ha sido subestimado e ignorado como sujeto de historia? ¿Es o no obligante revisar esa historia, es obligante o no, revisar los métodos de enseñanza de los jóvenes sobre la vida y las culturas autóctonas? Donde han quedado las subyaciencias arquetipales, los aportes mitológicos y cosmogónicos, las expresiones científicas de una cultura milenaria que por ser diferente, puede considerarse menos valiosa? ¿Existe o no, en las capas dirigentes de América Latina una responsabilidad histórica ante lo que fuimos ayer y lo que somos hoy? (Carmen Aranguren R. ULA. 1992).
Estas y muchas otras preguntas tratare de descifrar en el presente trabajo, donde colocare al indígena en su cultura, con sus ancestros, junto a un conquistador que llego a nuestro continente, unos en la búsqueda de las riquezas para satisfacer las necesidades de la corono española y cumplir así con su condición de vasallo y otro que agotado por las presiones religiosas y la impotencia de realización de sus sueños tuvo que emigrar en la búsqueda de nuevos espacios. Tanto el conquistador español como el inglés, trajo una cultura, y fomento una cultura, ambos terminaron con un “viejo mundo” y sembraron, “un nuevo mundo”. Cual ha sido nuestra herencia a traves de los tiempos. Entender esa herencia, su uso, el camino recorrido y el por recorrer, constituye una gran tarea. Los denominados Padres de la Patria en Norteamérica fomentaron una filosofía dirigida a crea una nación, en Estado nuevo, independiente dotado de identidad propia, para el futuro, en Latinoamérica se formo un pensamiento de solidaridad con la corona española, no una independencia total contra España.
“en nuestra memoria colectiva, la aventura de los conquistadores evoca imágenes de triunfo, de riqueza y de gloria, y aparece como una epopeya.  La historiografía occidental asocia el descubrimiento de América” a los conceptos de "renacimiento “y de “tiempos modernos”; la expedición de Colón coincide con el comienzo de una nueva era.  Pero se trata de una nueva era para Europa.  Desde la perspectiva de los indios vencidos la conquista significa un final: la ruina de sus civilizaciones.  (Watchel,  N.,1976,  p.35).
Próxima entrega: “Conquista, colonización y nuestra herencia”









ATALAYA DE LA HISTORIA. (IV) 

"Todo libro de historia digno de ese nombre debiera incluir un capítulo que se titularía más o menos: ¿Cómo puedo saber lo que voy a decir? Estoy persuadido de que si se conociesen estas confesiones, hasta los lectores que no fueran del oficio hallarían en ellas un verdadero placer intelectual. El espectáculo de la investigación, con sus éxitos y fracasos, no es casi nunca aburrido. Lo acabado es lo que destila pesadez y tedio." Marc Bloch
“Una hermenéutica adecuada debe mostrar en la comprensión misma la realidad de la historia.  Al contenido de este requisito yo le llamaría ‘historia efectual’. Entender es, esencialmente, un proceso de historia efectual”  Gadamer.
“¿cuál era la alternativa para Iberoamérica? Hemos fracasado en el camino del desarrollo y de la modernidad, pero cómo, por qué, y qué se podía hacer para corregir este desastroso destino tercermundista.” Manual del perfecto idiota latinoamericano.
DEDICATORIA
de esta saga de historia:
A mis padres: Abel y Tulia.
A mis suegros: Isabelino e Isaías.
A los suegros de mi hijo Javier: Víctor y Berenice,
A mis hijos y nietos.
Una dedicatoria a la permanencia de una continuidad sanguínea,
a una continuidad moral,
 una continuidad e identidad nacional.
Cada uno de ellos representa una continuidad, una sucesión de valores:
La sangre, la región Andina, Margarita, Zulia y Oriente,
                                                                                        Cada uno de ellos nos ha dado una identidad de región y un
                                                                                      país
Antes de continuar con mis artículos sobre el análisis referido a hechos históricos que han caracterizado al país desde su nacimiento, voy a desviarme un poco para hacer un breve recorrido sobre la importancia de la memoria histórica, sus alcances y, del por qué estoy tratando de recorrer la historia para escudriñar sobre las causas que han determinado el proceso critico político, social, económico e institucional que determina la vida de nuestro país, transitar sobre las zonas imprecisas de la historia, fabulas, leyendas y mitos, con la finalidad no de reconstruir una realidad, sino de formarnos una idea más clara y objetiva de causas y acontecimientos que marcaron el rumbo de nuestro desarrollo como país; primero, de como el “viejo mundo” que dice haber descubierto nuestro mundo, nos quitó la condición de viejo mundo, como se destruyó una civilización milenaria, como fuimos insertados en una cultura ajena, colocándonos el mote de nuevo mundo pero destruyendo una cultura, una forma de vida, que si bien es cierto permanecía desconocida, tenía sus propias raíces, era un cultura que podrá decirse se encontraba detenida en el tiempo, un tiempo que la había hecho lenta, pero que tenía su propia existencia y no tenía derecho a morir destruida por otra ajena, menos que se haya sometido a una especulación, donde mucho se ha ignorado o desvirtuado, dando cabida a mitos y leyendas distante de la realidad y segundo, como un país aparentemente pobre, determinado por la desunión y sin rumbo, hasta finales del siglo XIX; las potencialidades subsumidas en el subsuelo lo lanzaron al capitalismo y lo constituyeron por su ubicación geográfica y geopolítica en un país estratégico codiciado por intereses internacionales colonialistas. Nuestro continente desde los orígenes del descubrimiento fue perseguido por la búsqueda del famoso dorado, la expansión española dese sus inicios más que una expansión territorial fue la búsqueda de riquezas. Esas potencialidades mineras, escondidas por siglos en nuestro subsuelo, al ser descubiertas cambiaron totalmente el rumbo de nuestro país, pasamos de ser marginales, tanto en lo nacional como internacional, a constituirnos en capitalistas, las miradas del mundo se volcaron sobre el país ignorado, no solo los magnates de las finanzas, sino también los políticos; en respeto a la brevedad, solo me referiré, por ser fundamental en la agenda de persecución, al magnate caribeño de la ideologización interesada del totalitarismo, quien vio en la riqueza petrolera la gran oportunidad de sobrevivir al desalojo soviético, su gran financista revolucionario; Venezuela se le hace su sueño de midas y la suerte, ante el acto responsable del expresidente Betancourt, al negarle el obsequio petrolero, regalo que logra en un advenedizo de la política, de el obtiene el obsequio de la traición a la memoria de Bolívar, al cederle la democracia envidiada, nacida en la segunda mitad del siglo XX, en Latinoamérica, su economía, sus instituciones recibiendo en compensación el compartir el trono de dictador del caribe, dándole así nacimiento a la destrucción de un proceso democrático y la ruina moral, económica e institucional de un país y dándole vida hoy en día al mayor riesgo, junto con el terrorismo y el narcotráfico mundial, que vive la comunidad internacional. El tema lo analizare en profundo en próxima entrega, ya que entender este pasaje político es básico para comprender la crisis del país.
Cuáles fueron los valores de ese viejo mundo, que, más que viejo era un mundo desconocido, utilizado como puente para expandir el poder de la corona española y mejorar las riquezas de una Corona altamente endeudada como consecuencia de los conflictos monárquicos del momento.  Todo ello conforman inquietudes que mueven a incursionar en la historia, es como un gusanillo del conocer, es una curiosidad derivada de no aceptar someternos a vivir la ignorancia, es como tomar a esas curiosidades que llevaron al incansable Heródoto de Halicarnaso, a inquirir por todas partes testimonios de esas verdades, que le inquietaban; es cierto nos dieron un lenguaje, una religión, pero nos marcaron un destino, que hoy en día no hemos sabido entender ni nos ha permitido obtener un rumbo cierto y definido. Al indígena, a los pardos, al blanco criollo, a los mantuanos, a todos los descendientes se les estimo “vasallos” de la corona y como vasallos un 19 de abril lanzaron el grito de solidaridad al rey Fernando VII.
El descubrimiento nos ha permitido crecer como un país con un mismo idioma y sobre una religión. Esto es lo que nos hace ser miembros de una misma comunidad idiomática y religiosa que, con sucesos históricos y sociales diferentes a ambos lados del Océano, nos permite comprendernos y compartir una herencia cultural. Es la impresión que tienen un hablante de cualquier país hispanoamericano y un hablante de España cuando intercambian una comunicación en la que la lengua española se utiliza de diferente manera, poniendo en marcha distintos recursos lingüísticos, pero que crea sin duda un vínculo común. La intuición del hablante popular percibirá diferencias fundamentalmente entonativas, que no sabe describir muy bien, pero que otorga una cualidad más musical a la entonación del español americano. Curiosamente, ambos se tienen aprecio sociolingüístico: el hablante de la Península Ibérica piensa que en América se habla una lengua más pura, más ajustada a los usos correctos, mientras que el hablante americano sigue viendo en la norma peninsular un modelo digno de ser tenido en cuenta.
Ese descubrimiento, esa colonización dio origen a un choque de civilizaciones, no tan solo en el sur del continente americano, sino también en el norte, pero con efectos y consecuencias diferentes. Esas consecuencias en la conformación de una nueva sociedad ha permitido la subsistencia de dos civilizaciones distintas en la concepción del futuro de cada una, en el sur se embarcaron seres en búsqueda de una aventura o una fuga ante la incertidumbre de un futuro cierto, una indefinición de identidad ante lo que era y lo que queria, una falta de visión de país y una dependencia ante la improvisación y permeables a concepciones ideológicas que oscurecieron el desarrollo y el andar por los caminos de la modernidad; por el contrario en el norte el colono fue un soñador en búsqueda de un tierra de promisión, fue el forjador del sueño americano, marco diferencias y distancias en cuanto a la dependencia de la monarquía de origen, en ellos no nació el sentimiento de dependencia, llegaron para quedarse, a sus influencias o dependencias religiosas o de tierra de origen  les dieron ubicación clara y definida, llegaron para ser distintos, radicarse, desarrollar identidad y crear una nueva nación con ideales propios y con una ruta de subsistencia, crecimiento y desarrollo completamente distinta e independencia, la independencia no la declararon, la llevaban por dentro y le dieron rumbo e identidad propia.
El conquistador español llego a las tierras descubiertas y conquistadas, unos para quedarse y otros solo en la búsqueda de riqueza, sembraron su lengua original, sus costumbres y su identificación con la corona española, hicieron de los terrenos conquistados una extensión de España y de la religión católica, del vasallaje, continuaron siendo los mismos, pero en tierras distantes. Conquistador y Misioneros ejercieron a plenitud su tarea de fomentar e instaurar la dependencia tanto a la Corona española como a la Iglesia Catolica. Como lo indico el inolvidable Andrés Eloy Blanco, nos enseñaron a andar tras un hombre a caballo y amarrados de la cola de su caballo y carentes de andar propio.
“La democracia puede emerger en cualquier lugar, pero sólo puede arraigarse si trae consigo, aunque sea de forma gradual, una sociedad más próspera, justa y ética.” Larry Diamond

Próxima entrega: La conquista, colonia, movimiento independentista. ¿Herencia de dependencia?