domingo, 25 de diciembre de 2011

Pocaterra y la Historia

Muchas veces nos preguntamos, ¿Por qué no identificamos la realidad de la crisis a que nos ha sometido la dictadura chavista?, la respuesta es casi siempre la misma: “Es que los Venezolanos somos despreocupados y de todo hacemos un chiste que nos permite hacer la vida llevadera”. Es la estrategia del avestruz; no queremos ver y entender la realidad, una forma irresponsable de contribuir a no hacer patria. Veamos un párrafo del escritor, José Rafael Pocaterra, en su obra:
“Memorias de un Venezolano de la Decadencia “Y todos nos ponemos a reír , de una manera pueril irrazonable. ¿Por qué se ríe uno así? ¿Qué vena, que especie de <humor> vibra en nuestra mas oscuras  tragedias venezolanas?,  ¿de donde sacamos esta risa sufrida y pronta que florece nuestros callados dolores?...
…¡Estigma de quien venezolano y cristiano pone el vejamen en manos de un asesino, de un turco fratricida, de sabe Dios que malhechor parido en la siesta  de las caravanas, entre gente vagabunda sin patria, ni rey ni ley, para que lo esgrima contra sus hermanos! ¡Mengua de esa ferocidad que ha traído con sus <métodos> esta gentes malvadas y brutales a quienes tengo el derecho de censurar, de condenar y de clavar sobre la picota de este libro”…
…” Yes a este Gómez,, a este hombre ton de occipucio aplastado y ojillos de aligátor a quien asignan >los constitucionalistas> cualidades de rectitud y de quien esperan… ¿pero que puede esperarse de un hombre que hace >su política> tejiendo un doble engaño?, ¿qué moral puede exigírsele,  lógicamente, a quien bien hace ocho años sirviendo para los fines mas abominables y para los engaños mas despreciables, cómplice, coautor y responsable en los crímenes de esta dictadura castrista a que no se avergüenza de pertenecer? ¡Oh no! ¡El deber no nace a plazo convencional ni a fecha dada; el patriotismo no es un sarampión para adquirirlo a una edad fija ni la dignidad cáncer que ataque a las personas solo cuando ya van para viejos! El hombre que se ha formado en las filas del error y no confiesa noblemente este error y no mas trata de que su personalidad subsista a base de la incuria histórica y de la  pésima memoria de sus compatriotas, o es el mas abyecto de los farsantes o es un imbécil. Pero los que están formando un ídolo, revistiendo de ropajes brillantes el vasto armadijo, torpe y toscoi, que constituye la personalidad de este andinote zafio y pícaro, no se que denominación merezcan…”
…”La Republica, a ratos, parece un extraño e interminable Carnaval… Los venezolanos van por ahí con cretas de trapo, de alambre, de cartón, preguntándose los unos a los otros:- ‘A que no me conoces?”
…”En medio de estas dos esclavitudes, Venezuela se arregaza la túnica y se tumba a dormir con el primer mono insolente que sale de la montaña a la cabeza de una bandada…”
Si revisamos la historia nacional, podremos en la misma, conseguir muchos elementos que nos pueden hacer reflexionar sobre nuestra conducta asumida ante el país, nos puede permitir ver muchas realidades y en especial entender como el mundo de los dictadores y sus cómplices han caracterizado sus actuaciones cabalgando sobre la ignorancia y la complacencia de los venezolanos.

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