sábado, 4 de enero de 2014



El Mito del Dorado-Guayana. (I)
“El hombre superior busca en si mismo todo lo que quiere; el hombre inferior lo busca en los demás”     Confucio
Este año que se inicia es un año muy especial para Venezuela, en el muchos venezolanos hemos depositado esperanzas, para muchos ilusorias, para otros creíbles, en el deseo de que se concluya un desastroso periodo de retraso político, económico y cultural, es por ello que quiero hacer algunas consideraciones sobre Ciudad Guayana, este gran centro de crecimiento y desarrollo industrial que puede considerarse como la única inversión cierta y con visión de futuro de la siembra del petróleo.
La importancia de conocer, no lo que significa Ciudad Guayana en el contexto económico nacional, sino, el Proyecto Guayana, es significativo ya que nos puede permitir entender como se ha comportado el crecimiento económico de Venezuela, lo que no se ha hecho y la importancia de lo que se ha hecho, y fundamental que es lo que falta por hacer.
En la lectura de nuestra historia no conseguimos con la conocida: “Leyenda de El Dorado”, ella constituyo la búsqueda insaciante del conquistador español de la supuesta existencia de un reino dorado de grandes riquezas que   despertó la codicia de soldados y aventureros.  
Este mito se remonta al año de 1534, cuando un indio Muisca, cuenta que en la laguna de Guativa, Colombia, se realizaba una ceremonia       ritual del nuevo del nuevo Zipa, el cacique iba en con el cuerpo cubierto íntegramente con oro en polvo, a sus pies se colocaba un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciera a los dioses y braseros encendidos para  quemar en una especie de sahumerio llamado mogue, el nuevo mandatario iba acompañado por cuatro caciques, al llegar la balsa al centro de la laguna, el pueblo concentrado a las orillas arrojaba objetos de oro y piedras preciosas a las aguas. La laguna tiene una dimensión de 400m. de diámetro. La leyenda se extiende desde el Perú hasta Rio de la Plata, el mito se extiende en el tiempo y concluye por no guardar relación alguna con el cacique dorado, de ahí la leyenda del Dorado, quedando como nombre de referencia a las regiones auríferas y diamantíferas de diversos lugares de América, (las regiones remotas y paganas, así consideradas por la Corona,  lugares imaginativos considerados por ambición de los conquistadores de riquezas incalculables. El históricamente conocido Sir Walter Raleigh fue uno los deslumbrados por tales riquezas y en la historia de Guayana se conoce el hecho de la muerte de su hijo primogénito, Walter, miembro de una expedición de cinco barcos pequeños, presidida por su capitán de mayor confianza Lawrence Keymis, Walter Raleigh, no participo en tal expedición por encontrarse muy enfermo, lo que le obligó a quedarse en Trinidad. El hecho se dio en el ataque a Santo Tome, para el momento capital de la Guayana. Esta fue su ultima expedición, al regresar a casa, es detenido y en cumplimiento de una vieja sentencia.
Sobre Guayana, Walter Raleigh, quien tuvo una conocida fama de poeta y literato, escribió la obra, “El Descubrimiento del Vasto, Rico y Hermoso Imperio de Guayana”, en se relata la historia de la fabulosa ciudad, Manoa, señala: "por su grandeza, por sus riquezas y por su excelente situación, (Manoa) excede con mucho a cualquier otra del mundo..."
En un ligero recorrido por esa historia, nos conseguimos con otros aventureros españoles, pudiendo indicar a Pizarro y Orellana, en el afán de la búsqueda de El dorado, por los ríos Amazonas y Orinoco. Uno de los mas insistentes fue Antonio de Berrios, gobernador de una vasta franja de tierra entre los dos ríos; Berrios entendía que El Dorado, se encontraba en un lago enclavado en la cima de una montaña, que además los incas, al ser desplazados, no se dirigieron a Guativita (Colombia) sino a un lago en las montañas de Guayana, es allí donde fundan la histórica ciudad: Manoa, de ella se decía que incluso sus calles estaban pavimentadas con oro. Berrios  entre los años 1584 y 1595, comanda tres expediciones a Guayana, es en la tercera llega hasta Trinidad donde con  sir Walter Raleigh, es aquí donde este entre tragos sonsaca a Berrios el secreto del Dorado, aprisiona temporalmente al conquistador y regresa a Inglaterra donde hace referencias a las bellezas de Manoa y El Dorado.
Antonio de Berrios, funda el 21 de diciembre de 1595, la ciudad de Santo Tomé de Guayana, antecedente histórico de la actual Ciudad Bolívar. Esta ciudad estuvo signada por los ataques de los piratas, bien ingleses, bien holandeses.
Al tomar posesión Don Fernando de Berrío, hijo del fundador, restablece la población en un lugar muy cercano al sitio de origen; en 1632 Santo Tomé fue trasladada seis leguas Orinoco abajo de su sitio original, por decisión del Gobernador Diego López de Escobar. Un nuevo traslado va a ocurrir en 1637, cuando se la muda cerca del río Caroní, con el nombre de ciudad del Santísimo Sacramento y Santo Tomé de Guayana, o también, como figura en algunos documentos, simplemente ciudad del Sacramento de Guayana. Luego, en fecha incierta, Santo Tomé se mudó a orillas del río Usupamo, donde están hoy los Castillos de Guayana. Finalmente, en 1764, Moreno de Mendoza traslada la ciudad al sitio de Angostura, donde se encuentra actualmente Ciudad Bolívar
Ciertamente.
Continua. Que es el Proyecto Guayana.

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