2015
UN NUEVO ESCENARIO (II)
“La historia de la humanidad no es la historia
de la lucha de clases, sino el fruto de una lucha entre generaciones”. Ortega y
Gasset
“es
propio del cesarismo apoyarse justamente en la voluntad de aquellos a quienes
aniquila políticamente” (Jerome Carcopino. Historiador romano.)
En
la continuación de esta saga sobre el Escenario del 2015, analizare algunos
aspectos muy puntuales y que considero serán influyentes en el acontecer
nacional, entre ellos pudiéramos iniciar con la caracterización del medio
político que origino el proceso que condujo a la actual crisis que identifica
al país, estará obligatoriamente el relevo generacional, las acciones que
tomara el desgobierno con la finalidad de sobrevivir en la tormenta que se
avecina, algunos hechos que caracterizaron la llegada a la crisis y el papel de
la ciudadanía en la búsqueda de soluciones a la salida de la crisis.

Al
presidente Rómulo Betancourt, nuevamente le corresponde encarar la difícil
situación de la transición de la república a la democracia (anteriormente la
correspondió en el año 1945). El Pacto de Punto Fijo se firmo el 31 de Octubre
de 1958,las conversaciones iníciales se iniciaron en Nueva York, con los
exilados políticos: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jovito Villalba,
quienes firmaron la primera versión, sobre el mismo el historiador Ramón J, Velázquez
en 1992, señalo: “Terminaron por aceptar la tesis de que el porvenir seria
suyo, en la medida en que entendieran que el poder político es el producto de
un conjunto de alianzas y acuerdos entre los diversos sectores que integran el
país.”
El
Pacto de Punto Fijo se constituye sobre las bases de: defensa
de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado
electoral: se explica allí que, cualquiera que fuese el partido que ganase las
elecciones, los otros dos se opondrían al uso de la fuerza para cambiar el
resultado; gobierno de unidad nacional: se formaría un gobierno de
coalición y ninguno de los tres partidos tendría la hegemonía en el gabinete
ejecutivo; los tres partidos se comprometían a presentar ante el electorado
un programa mínimo común. Tal compromiso se establece dentro de las siguientes pautas: a) mantenimiento de la unidad en la
divergencia, b) tolerancia y
mutuo respeto, c) “libertad
efectiva del sufragio”, d) “despersonalización
del debate”, e) “erradicación de
la violencia interpartidista”, f) defensa de la constitucionalidad y del
derecho a gobernar conforme al resultado electoral, g) defensa de las autoridades constitucionales en caso de
intentarse o producirse un golpe de Estado, h)
gobierno de “unidad nacional” (repartición del
gabinete entre los firmantes mientras la democracia esté en peligro, y en caso
de no desear formar parte del gabinete evitar la “oposición sistemática que
debilitaría el movimiento democrático”),i) “programa mínimo común” (“ningún partido
unitario incluirá en su programa particular puntos contrarios a los comunes del
programa mínimo”) j) “frente unitario” de candidatos, planchas y programa;
en caso de amenaza real de reagrupamiento de los grupos antidemocráticos. k) “constitucionalidad estable que tenga en
sus bases la sinceridad política, el equilibrio democrático, la honestidad
administrativa y la norma institucional”.
El día 6 de Diciembre de 1958, concluida la
campaña electoral, los candidatos: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y el
Contralmirante Wolfang Larrazábal, firman una declaración de principios y
programa mínimo de gobierno, fundamentada en el contenido y el espíritu del
pacto de Unidad suscrito el 31 de Octubre. Resalta en esta declaración el
respeto absoluto a los resultados electorales y defensa del régimen
constitucional, conformación de un gobierno de unidad popular, realizar una
administración inspirada en un programa aprobado y suscrito por los tres
candidatos presidenciales, se concluye señalando que a los firmantes solo les anima “llevar a la
conciencia de los venezolanos la convicción de que al terminar este proceso
electoral, ejemplar en nuestra historia democrática, es indispensable el
concurso generoso y
responsable de todos sus
hijos para realizar con sentido
de permanencia la obra de recuperación democrática, cultural, espiritual y
económica que reclama Venezuela”.
Constituido gobierno democrático (1959-1964),
Venezuela disfruta por cuatro décadas de un amplio consenso alrededor de la
gestión de gobiernos electos democráticamente, se logra establecer un
ordenamiento que, con sus limitaciones y deficiencias, es el más próximo al
ideal republicano y democrático
perseguido desde el inicio independentista. Se consolida la hegemonía de los
partidos políticos y llega a ser determinante en el devenir del desarrollo
democrático. Los venezolanos nos acostumbramos a convivir civilizadamente en
paz y a gozar de una envidiable estabilidad política y socioeconómica, llegamos
a ser en Latinoamérica ejemplo de crecimiento y desarrollo democrático. Pero a
manera que el sistema democrático se desarrollaba, el igual que en el cuerpo
humano un virus fatal estaba en formación. Venezuela económicamente se
consolida dentro de una economía rentista petrolera, fortalecida en lo interno
y lo externo. La actividad petrolera se vincula a la economía como una
actividad productiva y como fuente rentística. Su influencia determinante se
proyecta a lo económico, a lo sociopolítico, a lo cultural y en la
institucionalidad del país ha sido profunda y contradictoria, lo que ha
permitido que el Estado se haya amoldado al esquema rentístico.
Los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl
Leoni, con una gran visión de futuro, impulsaron la unificación de los mercados
petroleros, para defender los interese de los países petroleros. Al momento el
mercado petrolero se encontraba bajo el control de siete grandes empresas, conocidas como “Las
Siete Hermanas”, el 9 de septiembre de 1960, por iniciativa de los Ministros
petroleros de Venezuela y Arabia Saudita, Pablo Pérez Alfonso y el jeque
Abdulah Al Tariki, se procede a la creación de un denominado Compacto
Petrolero: la OPEP. En la idea de la
creación de la OPEP estuvo presente la visión de transformar la “cara rentista”
"
de las exportaciones en actividad productiva creciente en los países
exportadores, por otra parte, se indujo el desarrollo del proyecto
industrial-energético de Guayana, aprovechamiento del potencial hidroeléctrico
y del hierro en Guayana, nace así la primera ciudad industrial planificada de
Venezuela y Latinoamérica, Ciudad Guayana. Es la iniciativa que constituye una
verdadera siembra del petróleo. Estas acciones traen como consecuencia el
advenimiento de dos grandes instituciones empresariales nacionales: La
Corporación Venezolana de Petróleos (CVP) y la Corporación Venezolana de
Guayana (CVG), en ambas prevalece el sentido de Producción y Exportación. Los
ojos del mundo, especialmente Latinoamérica y el Caribe, se concentran en
Venezuela, pero dentro de esas miradas se encuentra la de un dictador del
Caribe: Fidel Castro.
Derrocado el dictador Fulgencio Batista, en
Cuba, por la Revolución Cubana, bajo el liderazgo de Fidel Castro, en
Latinoamérica nace la pasión por dicha revolución y la admiración de su líder,
los ánimos juveniles y anti imperialistas y de odio hacia los Estados Unidos se
enfebrecen y es así como los países de Latinoamérica empiezan a vivir un
apasionado sentimiento revolucionario a imagen de lo cubano.
Fidel Castro es invitado a Venezuela en el
año de 1959, dentro del marco de la conmemoración del derrocamiento de Pérez Jiménez,
el 23 de Enero del 58, para el momento tenía solo días de haber derrocado la
dictadura de Batista, y Wolfang Larrazábal U., Presidente de la Junta Patriótica,
le invita y viene en agradecimiento al apoyo prestado por Venezuela, inclusive
le había sido enviado un embarque de dos aviones con armas para la revolución.
Fue una visita de tres días, pero donde se identifico la falta de empatía manifiesta desde el primer momento entre
Betancourt y Fidel, posteriormente, las relaciones entre ambos gobiernos
se dificultarán hasta llegar a la ruptura.
La reunión entre Fidel y Betancourt fue amistosa pero muy
tensa, el objetivo principal del visitante era conseguir con el recién electo
presidente un acuerdo de suministro petrolero, este le explica que si bien es
cierto que en su gobierno va a reiniciar una política de “No” concesiones, al
momento la producción y comercialización se encuentra en manos de las
trasnacionales petroleras, las circunstancias del momento le hace imposible
convenir en un intercambio de gobierno a gobierno entre Venezuela y Cuba, el
pensar en una nacionalización inmediata era imposible ya que el ingreso
petrolero constituía un 90% del ingreso fiscal y casi la totalidad del ingreso
de divisas, mas el país atravesaba por una crisis financiera debido a fuga de
capitales y la deuda dejada por el dictador de aproximadamente unos 4.000
millones de dólares. Castro le había indicado a Betancourt que nacionalizaría
las empresas batisteras y norteamericanas, ante lo cual le señalo que no era lo
mismo estatizar dos vetustas refinerías en Cuba que hacerlo con una producción
que para el momento constituía el 46% de las importaciones petroleras de los
Estado Unidos, recomendándole a su vez, lo indica así en sus memorias, que lo
hiciera pero indemnizando las empresas, evitando en esa forma consecuencias
negativas. El mismo Betancourt comentó tiempo luego que Castro no parecía
escuchar los argumentos y seguía hablando que Venezuela y Cuba debían aliarse
para enfrentarse a los EE.UU, y concluye: “Allí di por terminada la reunión”.
Castro
regresó a Cuba y sacó de la manga el as escondido del petróleo soviético, pacto
que al firmarse en 1960 ocasionó que las transnacionales petroleras cortaran
los suministros que venían haciendo desde los yacimientos venezolanos. México
se negó a suministrar petróleo a Cuba, excepto una pequeña cuota, con el
alegato de que su producción si acaso alcanzaba para su propio consumo, y se ha
dicho que Canadá hizo lo propio. Al cortarse los suministros, Castro
amplió el pacto con la URSS para la totalidad de suministros petroleros de la
isla.
En
el transcurrir del tiempo Castro en su afán de exportar la revolución cubana
hace contactos con los grupos de extrema izquierda de Venezuela y fomenta el
desarrollo de la guerrilla en nuestro país, inclusive el conocido Che Guevara
intento venir a dirigir el movimiento guerrillero,
pero para ese momento el Partido Comunista estaba en proceso de análisis de
retirada de la lucha armada, y el Che se vio en la necesidad de irse al Congo, para luego
pasar a Bolivia. Como un elemento más de la intromisión abierta de La Habana en
Venezuela podemos señalar la invasión por Machurucuto, una de las instrucciones
de Fidel era que el éxito a obtener debía garantizar el acuerdo petrolero con
Cuba, de esta manera queda demostrada la obsesión por apoderarse del recurso
petrolero venezolano de parte de Fidel Castro.
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Fidel
Castro y su capacidad de seducción aunado a su carisma, ha sabido manejar
estratégicamente los resortes que le allanen el terreno para el logro de su obsesión
petrolera; hay dos actuaciones importantes que confirman su capacidad de seducción
y su disposición de interferir en la vida venezolana. Cuando se realizo en Cuba….
(continua)
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