lunes, 17 de septiembre de 2012


HACIA UNA TERCERA ALTERNATIVA. (1)
En la forma que nos vamos acercando al ansiado 7 de Octubre el
panorama política nacional se torna mas intrigante, tanto por los
resultados numéricos electorales como por los resultados políticos en
si mismos. Aun cuando existen muchas dudas, en cuanto a: se ganara o
no se ganara, lógico en un proceso electoral de tanta significancia
política, la población se ha venido revistiendo de una gran esperanza,
seguridad y confianza en cuanto a los resultados positivos.
Quiero en este  trabajo, entrar a revisar la importancia política, no
solo de las candidatura, sino, también el hecho político en si mismo y
su significado histórico en la vida política nacional.
Henrique Capriles Randoski se ha constituido en este proceso en algo
más que un simple candidato a la Presidencia de la Republica, se ha
constituido en un fenómeno electoral en forma de torbellino político.
Preguntemos el por qué y para hallar la respuesta debemos irnos a la
historia política nacional.
Los distintos gobiernos venezolanos han venido consolidando una deuda
social con el conglomerado nacional; la población ha venido pasando de
gobiernos personalistas a gobiernos de partidos políticos, en unos y
en otros la oferta siempre ha sido la solución del problema social, en
especial de la población de menos recursos y nivel social mas bajo, en
especial estos, por cuanto es donde existe el mayor caudal de apoyo
político y donde los niveles intelectuales son mas proclives a la
confusión y a la explotación de la ignorancia y poder ser utilizados
para incrementar y consolidar el respaldo político.
Los históricos caudillos de montoneras locales y regionales que han
caracterizado la lucha política nacional, han cabalgado sobre la
ignorancia y la necesidad de ese pueblo humilde, de ahí el poético y
explotado Juan Bimba y su pedazo de pan en el bolsillo, que ha hecho
historia “tras un hombre a caballo”; apareció en la lucha
independentista, no sabia para donde iba, ni el ni su mujer, solo
tenia un norte, la cola del caballo que llevaba sobre si al “gran
señor”, que un día llego a la puerta de su rancho y le ofreció un
pedazo de tierra, ante la oferta por mucho tiempo soñada, tomo su
cobija, se colgó en la correa unas cotizas de repuesto, agarro a su
mujer y a sus hijos y se fue por los largos e inciertos caminos de esa
Venezuela, llena de tierras y sueños, a luchar por un hombre y un
sueño; unos se hicieron realistas otros patriotas, ninguno sabia lo
que eran, solo eran seres humanos incultos e ignorantes, que llevados
por la adversidad y el destino, se acostumbraron a marchar detrás de
un caballo y un ideal incierto. El sueño de la esperanza colocada
sobre un hombre a caballo y cubierta por el sombrero del gran señor ha
venido cabalgando por años en nuestra hermosa tierra. Aquí la gran
deuda social.
Para no remontarnos a tiempos muy lejanos, vamos a situarnos en las
primeras décadas del siglo pasado y allí nos conseguiremos con la tan
significativa Generación del 28, jóvenes ilustrados que en los
pasillos de las casas de estudio empezaron a dibujar un mapa para
llevar a Venezuela por los caminos de mundo distinto. Insurgen contra
la dictadura gomecistas y dan inicio a una lucha política que lleva al
nacimiento de los primeros partidos políticos con base ideológica, sus
ideales se fortalecen en las doctrinas mundiales que cubrían los
espacios del momento. Izquierda, derechas, marxismo, leninismo,
antimperialismo, democracia, todo en un conjunto ideológico:
revolución.
En las paredes de la historia esta generación ha dejado colocadas las
figuras de estudiantes que se soltaron el pantalón y se dieron a la
vida política. Jovito Villalba, Romulo Betancourt, Raúl Leoni, Gustavo
Machado, Gonzalo Barrios, Isaac Pardo, Miguel Otero Silva, Juan José
Palacios, José Tomás Jiménez Arráiz y Rafael Echenique Chirinos y
muchos otros.
Estos jóvenes dan un cambio, crearon un panorama político combativo
distinto. El caudillo Gomez, habituado a dirimir los conflictos
políticos en los campos de batalla, se ve llevado a combatir un rival
diferentes, son jóvenes estudiantes que actuando en colectivo le
plantean una lucha en un ámbito desconocido, por él y por los
caudillos, es la lucha en las calles, donde las armas son las ideas y
la protesta colectiva. Se rompen paradigmas. Nace una nueva época, un
nuevo estilo. Los machetes, los caballos, las montoneras de montaña,
los fusiles, dejan de ser el arma y aparecen las huelgas, paros,
boicots, etc. Se despersonaliza el poder y la lucha se plantea en el
colectivo, es la ruptura con la política del siglo XIX.
A los nuevos planteamientos de lucha los viejos líderes no pueden
adaptarse. Ya la luchas de liberalismo contra conservadores, elemento
central de las épocas anteriores, pierden vigencia, ahora se hablara
de lucha de clases, de socialdemocracia, de partidos policlasistas y
algo muy significativo, la importancia del Estado como ente de
planificación de lo económico, lo social.
La Generación del 28 y la muerte de Gómez le permiten a Venezuela
adentrarse en el siglo XX. Este cambio inducido por un relevo
generacional, la aparición del petróleo que saca a Venezuela de la
economía rural,  es muy importante conocerlo y entenderlo, no solo en
los hechos sino en su significado histórico, para poder asimilar y
comprender la situación actual y por qué no hemos podido ingresar al
siglo XXI.
Si no nos detenemos y miramos hacia atrás y vemos nuestra historia, no
podremos conocer el porqué de nuestro presente y menos diseñar nuestro
futuro. (Continua)
(En mi blog: genioloboenpositivo.blogspot, continuare colocando mis trabajos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario