“Clásico Presidencial 2012”.
La idea que pienso desarrollar está dirigida a crear un perfil quedebe identificar a la persona que pueda transformarse en el candidato
de la mayoría de los venezolanos a la Presidencia de la República. Que
las redes sociales sean el medio mediante el cual cada uno de los
venezolanos presente sus ideas sobre las características que deben
identificar a la persona que asuma a partir del 2012, la
responsabilidad de conducir el país.
La selección y/o escogencia de los candidatos ha estado en manos de las cúpulas de los partidos, que responden más a los interés de la organización, que representar a los interés de la nación.
Venezuela en este momento atraviesa por una situación de crisis
política y económica, producto, por una parte, de una política de
gobierno de tinte personalista, con un alto índice dictatorial y
violación del estado de derecho, creando además, una crisis dentro de
la estructura institucional que lleva a la nación por un rumbo
incierto y colocándola de espaldas a la modernización y el desarrollo
global y tecnológico. Por otra parte, la crisis que ha venido
identificando a los partidos políticos y a la ausencia de relevos
generacionales, no permite visualizar con certeza y seguridad el logro
de los resultados que debe perseguir, una persona que pueda estar
identificada con la solución requerida, con una visión moderna de
desarrollo político y con la personalidad y formación necesaria para
conducir al país por los senderos del crecimiento y desarrollo
industrial y tecnológico, donde los venezolanos recuperemos nuestros
derechos constitucionales, donde podamos gozar del beneficio de la
pluralidad ideológica y el libre ejercicio de nuestros derechos
fundamentales, de un crecimiento en paz y armonía en cada uno de los
ciudadanos.
Venezuela debe la crisis por la que atraviesa a la anarquía de los
partidos, el haberse transformado en cascarones ideológicos, el
haberle dado paso a personalismos con carencia de objetividad y
función social. Se le dio paso al agotado comportamiento de los
caudillos, el militarismo y al mesianismo. El estado de derecho se ha
transformado en un fantasma que le da cabida a la maniobra populista y
demagógica, permitiendo abusos y arribismo político, donde la
población se ve desprotegida en sus derechos fundamentales, lo que
hace necesario el surgimiento de un nuevo liderazgo con un gran índice
de participación ciudadana, que permita rescatar tales derechos.
Consolidar la idea de la necesidad de una candidatura única, que sea
la expresión del sentir nacional, que garantice una gerencia política
acorde con los principios democráticos constitucionales, y donde la
idea país sea la imagen fundamental de gestión, nos obliga a entender
que debemos salir a elaborar el perfil de la persona que asuma la
responsabilidad de conducir la nación a partir del 2012, inclusive las
bases fundamentales de la plataforma de propuesta gubernamental a
seguir.
Esta propuesta es una tarea difícil no sólo para los votantes, sino
que también lo puede ser para, posiblemente aún más, para las
organizaciones políticas que participen en el proceso, pero que, por
la misma necesidad que tienen de renovarse, les permitirá entender que
la persona a designar no puede ser el fruto de sus intenciones, sino
del país en un conjunto armónico y con visión de futuro.
política y económica, producto, por una parte, de una política de
gobierno de tinte personalista, con un alto índice dictatorial y
violación del estado de derecho, creando además, una crisis dentro de
la estructura institucional que lleva a la nación por un rumbo
incierto y colocándola de espaldas a la modernización y el desarrollo
global y tecnológico. Por otra parte, la crisis que ha venido
identificando a los partidos políticos y a la ausencia de relevos
generacionales, no permite visualizar con certeza y seguridad el logro
de los resultados que debe perseguir, una persona que pueda estar
identificada con la solución requerida, con una visión moderna de
desarrollo político y con la personalidad y formación necesaria para
conducir al país por los senderos del crecimiento y desarrollo
industrial y tecnológico, donde los venezolanos recuperemos nuestros
derechos constitucionales, donde podamos gozar del beneficio de la
pluralidad ideológica y el libre ejercicio de nuestros derechos
fundamentales, de un crecimiento en paz y armonía en cada uno de los
ciudadanos.
Venezuela debe la crisis por la que atraviesa a la anarquía de los
partidos, el haberse transformado en cascarones ideológicos, el
haberle dado paso a personalismos con carencia de objetividad y
función social. Se le dio paso al agotado comportamiento de los
caudillos, el militarismo y al mesianismo. El estado de derecho se ha
transformado en un fantasma que le da cabida a la maniobra populista y
demagógica, permitiendo abusos y arribismo político, donde la
población se ve desprotegida en sus derechos fundamentales, lo que
hace necesario el surgimiento de un nuevo liderazgo con un gran índice
de participación ciudadana, que permita rescatar tales derechos.
Consolidar la idea de la necesidad de una candidatura única, que sea
la expresión del sentir nacional, que garantice una gerencia política
acorde con los principios democráticos constitucionales, y donde la
idea país sea la imagen fundamental de gestión, nos obliga a entender
que debemos salir a elaborar el perfil de la persona que asuma la
responsabilidad de conducir la nación a partir del 2012, inclusive las
bases fundamentales de la plataforma de propuesta gubernamental a
seguir.
Esta propuesta es una tarea difícil no sólo para los votantes, sino
que también lo puede ser para, posiblemente aún más, para las
organizaciones políticas que participen en el proceso, pero que, por
la misma necesidad que tienen de renovarse, les permitirá entender que
la persona a designar no puede ser el fruto de sus intenciones, sino
del país en un conjunto armónico y con visión de futuro.
Si bien "La selección y/o escogencia de los candidatos ha estado en manos de las cúpulas de los partidos,..." es cierto, no creo que los partidos dejen que la llamada sociedad civil organizada seleccionen sus candidatos. Empero, es posible delinear el tipo de candidato óptimo para ocupar la presidencia y presentar a los partidos políticos tal perfil. Ellos escogerán un candidato de su tolda para unas primarias. Es factible porque es más fácil y, además, puede haber más de una persona con las características idóneas, podría haber, incluso, más de uno por partido. Esperemos que, como sea que se decida, no solo sea escogido un buen candidato si no que ese candidato no decepcione toda vez esté en la silla presidencial. Salu2.
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